Desahogo: 10/11/2016

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Estoy hecha un lío porque tuve un romance de película de terror con un tío al que ahora echo de menos. Me gusta hablar con él, y cuando unos pequeños pensamientos cruzan por mi cabeza los tengo que expulsar de ahí a patadas, porque no quiero que esa historia de terror se vuelva a repetir. También tengo un astro errante que cada día parece más que está puesto por el ayuntamiento, y que espera, espera, espera, espera, espera... Y yo tardo. Y nunca me decido. Y sé que nunca lo haré; ese hilo cada día se irá haciendo más y más fino y romperá: y dolerá muchísimo más que si lo hubiese cortado antes. Y queda la otra persona, el último plato, como diría Murakami: ese trozo de metal que vaga solitario por la galaxia. Quiero cogerlo, y que no se desintegre en mi mano. Tengo miedo de que lo haga, por eso lo dejaré ir. Sin esas dos palabras, sin esa verdad. Se irá. Como todo. Y yo solo puedo quedarme sentada hasta ver como esas manchas desaparecen.

Y lloraré por cualquiera de las tres.

Kozmic blues「Recopilación de relatos 2017-2018」Where stories live. Discover now