Días de gloria

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Antes de quemar tu guitarra he estado con Sully, ese vagabundo barítono que me presentaste en St. Giles, al que le he comentado la idea después de tomar un té en un hotel de Oxford. Me ha sentado bien hablar de ti con uno de tus mejores amigos antes de zanjar el tema por completo, de quemar por fin tu guitarra, esa que traspasaba las paredes y no me dejaba leer en paz. Las cuerdas tañidas se han estremecido y las canciones pegadizas se han ido junto al humo, como ese Rule Britannia que destrozaste en mi baile de fin de curso con Derek Wells. Me ha vaciado sentir como nuestros martes por Moreton-in-Marsh se marchaban al sincopado de las clavijas, y tu risa asmática se desvanecía en el aire mojado.

Me dijiste que uno nunca se aleja de su hogar si lo encuentra por el camino. Ya ves, me enseñabas cosas lógicas incluso siendo un comemierda pedante (que encima me dejaba con el vacío de saber que mi hogar estaba en un museo de France, delante de un cuadro que acuna a las estrellas).

Maldito engreído que tenía miedo de morir siendo una simple partitura. Yo recorreré el mundo por ti, hermanastro de mierda. Y gritaré, ¡qué viva la música en la calle! por ti, hasta que se revienten las teclas del piano y las láminas de cobre que las separan echen a volar. ¡Já! Y tú ahí, en un vals aburrido de demonios sin nadie a quien molestar.

Que yo nunca iba a triunfar, decías. Que era una escritora de mierda que moriría enterrada lejos de su país como Antonio Machado, pero sin publicar sus poemas, tan incomprendida como Luis de Góngora.

Pues que sepas que tú nunca llegarás a tocar delante de millones de personas, a sorprender a alguien más que no sea una adolescente precoz con Days of Hope and Glory en el jardín.

Chúpate esa, francesito. Quién gana ahora, ¿eh?

Don't ask me what's the story
there's nothing tHERE FOR YOUUU.

Mira, Miles, la guitarra se quema y estoy llorando.

Kozmic blues「Recopilación de relatos 2017-2018」Where stories live. Discover now