Mi Historia Favorita

Capítulo 5

-Por favor... que uno me cuente lo que pasó- dijo el psicólogo.

-Lo que pasó- dijo John adelantándose- es que esta per...sona no quiere dejar lo que es mío.

-¿Qué es tuyo? Yo no tengo nada que sea tuyo- respondí enojada.

-Bien...y estamos hablando de...¿?-
preguntó el psicólogo.

-De un chico- le respondí

-Oh... ahora lo entiendo. Vale... ya tengo la solución, irán a la terapia grupal después de cada clase, es la mejor manera de que comiencen a llevarse mejor.

-¡¿Qué?!- exclamamos a la vez.

-Lo que escucharon. Estaran allí hasta que aprendan a resolver sus problemas pacíficamente. Por ahora vuelvan al salon de castigos, comenzarán manana.

Y fue esto lo más bajo que había caído hasta el momento. Nunca habia estado castigada, y menos me habían enviado con algún psicólogo. Sólo me resigné a que siempre había una primera vez.

-Steve sera mío- dijo John en un susurro sacándome de mis pensamientos. No le respondí, solo le devolví la misma mirada llena de odio que me había lanzado hasta entonces.

-¿Y?- preguntó Alice.

-A terapia grupal, ambos- le dije desganada

-Vaya... eso sí que es una lástima... cuánto lo siento amiga.

-No te preocupes

-¿Hay algo que pueda hacer por ti?

-Ruega por que salga viva de allí- le respondí y ambas reímos.

-Lo haré, tenlo por seguro.

Al llegar a casa noté que había olvidado por completo pensar en una excusa para mi madre.

-Ciao pequeña

-Ciao pa, ¿y mamá?

-Fue a hacer un par de compras para la semana y se llevó a tu hermana.

-Espero que me traiga yogurt de moras- dije

-Sí- respondio- Ehm... ¿sucedió algo en la escuela hija? Te siento triste, y el presentimiento de un padre nunca se equivoca.

-Pues sí... pasó algo- le respondí.
( Mi padre siempre habia sido mi algo así como mi mejor amigo, es el único que me ha dado consejos cada vez que le contaba de algún problema, mamá siempre fue más severa, en cambio papa es muy comprensible, por eso le tengo mas confianza.)

-¿Tiene que ver con lo que causó que llegaras tarde el día de hoy?- dijo él al ver que yo me quedaba callada.

-Sí, la verdad que sí.

-Vamos pequeña... sabes que puedes confiar en mí... dime, ¿qué sucedió?- dijo, así que le conté todo, desde lo que pasó el primer dia de clases.

-Oh... - dijo algo nostálgico- mi pequeña está creciendo.... pero descuida, sabía que esto pasaría, lo supe desde el día en el que naciste.

-Vamos papá, no quieras hacerme llorar, es lo último que necesito ahora- dije abrazándolo.

-Lo siento, es que fue inevitable pensarlo... pero bueno, ahora tenemos que solucionar lo tuyo.

-No creo que haya algo que puedas hacer por mí pa, mucho ayudaste con escucharme... no te preocupes, estaré bien.

-Pequeña... no sé como ayudarte exactamente, en mis tiempos no sucedían cosas así, pero sí puedo darte un consejo: Nunca te rebajes ante alguien que quiera hacerte daño, no te pongas a su nivel. Tarde o temprano el tiempo te dara la razón, ten eso por seguro. Pero mientras llega ese momento, no caigas en su juego, ¿sí?