Capítulo 39

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Normalizaron su respiración y Elliot la abrazó, se quedaron así un largo rato sólo escuchando la respiración del otro y acariciándose.

—También te amo —dijo ella hundiéndose en su cuello.

Él besó su frente y siguió acariciando la espalda de Liv, haciendo círculos con la yema de sus dedos y ella hacía lo mismo en el pecho de él.

—Ell —se acomodó en su pecho para que la mirara.

—Mmm —tenía los ojos cerrados y seguía con sus caricias.

—Ell —repitió tomando su rostro, haciéndole entender que quería que la mirara—. Lo siento. Tendría que haberte dado una respuesta el otro día.

—Liv, no quiero presionarte... —ella puso un dedo en sus labios.

—Me tomó por sorpresa, fue eso. Porque creo que es algo pronto y a la vez sé que es lo que quiero. Quiero poder tenerte así siempre —confesó ella y se aferró más a él—. Es solo que... me asusta ¿entiendes? Me sigue asustando la idea de que no pueda funcionar. Y está Noah, ya te lo dije. Él te adora. Este es un gran paso para nuestra relación.

—Liv, si no quieres hacerlo... está bien —respondió algo decepcionado.

—Es que si quiero pero hay que arreglar tantas cosas antes. Tus hijos. El departamento. La mudanza. No lo sé.

Se recostó sobre su espalda y empezó a hacer movimientos con sus brazos que indicaban lo nerviosa y ansiosa que estaba por dar ese paso en su relación.

—Te quiero —dijo él poniéndose sobre ella sin dejar todo el peso en su cuerpo—. Te amo —subió las manos de ella por encima de su cabeza—. Te adoro —la besó apasionadamente—. Eres mi vida —añadió dejando más besos por su cuerpo.

Hicieron el amor otra vez, entregándose completamente al otro. Sabían lo que querían de su relación y estaban seguros del otro, sólo iban a dejarse llevar por ese amor.

—Deberíamos dormir —dijo Olivia algo dudosa nuevamente en sus brazos, acomodada en su pecho.

—¿Pero?

—Tengo que hablarte de algo.

—¿Algo malo? Vamos al punto entonces.

—No es nada malo. Lo prometo —sonrió y dejó un beso en su pecho.

—Mmm estoy esperando.

—También estoy esperando —aseguró y él no entendió por lo que no dijo nada—. Estoy esperando que pidas tu semana libre. No sé que hiciste y con quien hablaste pero las vacaciones pendientes de tu antiguo trabajo cuentan como si las tuvieras ahora. Así que no sería pedir una semana si no tomar tus vacaciones —agregó con la misma sonrisa de antes.

Él se tensó por ya saber a donde se dirigía la conversación.

—Mi teniente ha estado averiguando sobre mi antiguo trabajo por lo que escucho —empezó a bajar sus manos sugerentemente por la espalda de Liv.

—Eso no va a servir.

—No sé de que hablas.

—Hiciste lo mismo hace días y ahora quiero hablar de eso. Así que puedes ir subiendo tu mano —contestó tomando su mano y poniéndola más arriba. Él suspiró—. ¿Entonces? —inquirió—. Son tus hijos y tu madre. Ellos están muy emocionados con la idea de pasar las vacaciones en Long Island con su abuela y contigo.

—Ya y se consiguieron una buena cómplice —respondió sonriendo por la insistencia de Olivia por convencerlo.

—Ell, es en serio. Sólo inténtalo aunque sea dos o tres días.

Reencuentros amorososWhere stories live. Discover now