Capítulo V: Crisis

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Ese día de lluvia, Logan caminaba rápido por la acera, el agua lo cubría de la cabeza a los pies. Con las manos en los bolsillos de la campera, iba caminando a paso vivo. Cuatro cuadras más hasta que llegó a una gran casa con un jardín delantero, se detuvo frente a la puerta enrejada y pulsó el timbre. Nadie contestó. Pulsó el timbre otra vez. Y oyó una dulce vocecita desde el parlante.

- ¿Quién es?

- Soy yo, nena - contestó rápidamente Logan.

El parlante calló. Entonces, luego de aguardar algunos segundos, y notando que nadie le contestaba, Logan volvió a pulsar el timbre. Esta vez, aquella voz respondió algo violenta.

- ¡¡Te he dicho que no quiero verte más en mi vida!!

- ¡Ábreme, Mary! - dijo él suplicando - ¡Vamos, quiero hablar contigo!

- ¡Nosotros no tenemos nada más que hablar, Logan! - le contestó ella alterada - ¡¡Nada!!

Y otra vez la voz desapareció, pero sin darse por vencido, Logan pulsó el timbre una y otra vez. De forma repentina, Mary apareció desde la puerta de la casa, caminó por el estrecho camino de baldosas y llegó a la puerta. La lluvia, veloz, la empapó. Reja de por medio, los dos empezaban a discutir.

- ¿Qué diablos haces aquí, Logan? - preguntó Mary descontenta.

- He venido a aclarar las cosas... nuevamente – contestó -, yo te amo Mary, es la verdad.

- ¡Cállate! - decía ahora gritando - ¡Yo no quiero aclarar nada!

- Yo sí, amor - le respondió Logan mirándola a los ojos -. Necesito que me oigas, que me creas...

Un silencio se hizo, sólo la lluvia, que lo envolvía todo. Y transcurrido un momento, Mary introdujo la llave indicada en la cerradura, y abrió la puerta de rejas – Pasa - le dijo con resignación.

Los dos pasaron tan rápido como pudieron a la casa. Nadie estaba, sólo el caniche-toy de Mary que recibía a los saltos y ladridos a Logan, que intentaba acomodarse sin mojar más nada; por su parte, Mary le trajo un toallón del baño para que pudiera secarse.

Un poco menos mojados, emprendieron la charla en el amplio living.

- Bueno a ver..., qué es lo que me quieres explicar - empezó diciendo Mary mirando el techo.

- Eh... - Logan tomó algo de aire y luego habló - Mira, lo ocurrido aquella vez...

- ¿Qué? – interrumpió.

- ¡No sé cómo, ni por qué ocurrió, Mary...! - le contestó a los ojos.

- ¡Ja, ja, ja! – Se burló Mary – No puedo creer que sigas con esa absurda explicación.

- ¡Pero es la verdad, en serio! - decía Logan casi con desesperación.

- No te creo – volvió a decirle ella, ahora alzó más la voz –. Quiero que me expliques por qué has hecho eso, por qué dejaste de hacerme el amor parándote así, y después me miraste de esa forma tan horrible... y bueno, lo de después, eso... - continuando, sus ojos se volvieron tristes - ¿Por qué hiciste eso...? ¿Por qué, Logan?

Él calló por un momento, luego, bajando la vista prosiguió - Mary, debes creerme - le dijo con la voz apagada y con los ojos que comenzaban a ser rodeados por lágrimas-. Cuando yo me salí de arriba tuyo, yo, yo... no sé cómo decirlo para que me comprendas. Lo único que sé es que mi mente era confusa, como si todo dará vueltas y una rarísima sensación corriera por mis venas – hizo una muy breve pausa para recordar - ¡Cómo una energía, no sé! - levantó la vista y continuó hablando con más ahínco – En ese momento yo no controlaba ni mi cuerpo ni mi mente, pero era conciente de todo lo que sucedía, pero no podía hacer nada, ¡nada en absoluto, Mary, nada! ¡Compréndeme, por favor! - terminó diciendo más alterado. Sin hablarle, lo observaba. Parecía estar pensando - ¿Qué piensas...? - preguntó él con cautela.

El Gran Sueño - #I La BúsquedaWhere stories live. Discover now