Capítulo 34- Señales

18 2 5
                                    

-De ninguna manera.-se negó Ranko sin miramientos.- Eres una simple humana, no hay nada que puedas hacer por nosotros.

-¡Pero...Tal vez haya algo! ¡Recuerda que puedo ver la energía vital! ¿Quién dice que no podría conseguir más?

-Lys, quedamos en que no te meterías...-susurró Semua muerta vergüenza y no muy cómoda con situación.

-¡Pero Semua!

-Piensa con cabeza, en el fondo sabes que no servirías para nada.-seguía Ranko con dureza, haciendo aumentar el tono de la discusión.

-¡Eso nunca se sabe! ¡Lo más importante ahora es tener la mayor cantidad de recursos para matar a Dussica!

-¡Cerrad la puta boca! ¡Nadie va a matar nadie!-gritó Kagura enfadada golpeando la mesa que tenía delante. Su repentina furia llamó la atención de todos.-Lo siento, pero... hay algo que no os he contado.-dijo un poco más tranquila.

-¿P-por qué lo dices de esa forma tan seria...?-preguntó Kant temiendo recibir una paliza.

-Yo...He estado viéndome con Dussica. No... no era algo planeado, simplemente ella iba al mismo lugar que yo, empezamos a hablar y...bueno pensé que podría hacerla recapacitar.

-¡Kagura! ¿Pero en qué estabas pensando?-le gritó Ranko.

-No me grites. Sé que no es lo mejor que pude hacer, pero me ha demostrado que no es una mala persona. Solo...

-¿Que no es mala? ¿No has visto todo lo que ha hecho?- Ranko seguía gritando.

Kagura no contestó. Sabía que las reacciones serían así y por eso no había querido decir nada.

-Ranko, por favor, cálmate y deja que lo explique.-pidió Semua.-Yo confío en Kagura, sé que ella no defendería así a cualquiera.

-Dussica...No ha tenido una vida especialmente buena. Es eso lo que la ha condicionado en mayor medida. Es una chica muy orgullosa y algo complicada de tratar, pero la verdad es que si se la conoce un poco es una persona... igual de orgullosa y complicada, pero... amable, incluso algo dulce... Todo lo que busca en realidad es algo de cariño, no tiene a nadie.-a Kagura le sorprendió la tranquilidad con la que Semua reaccionó.-El caso es que no es tan mala como pensáis. La prueba es que en todo este tiempo no me ha hecho nada.

-Pero a Sora sí...-intervino Lys.

-...creo que se arrepiente, pidió perdón cuando le pedí explicaciones y parecía arrepentida sinceramente. De todas formas por ahora...no es que me apetezca demasiado verla...

-Bueno, dejemos el tema por ahora. Ya lo trataremos con calma en casa.-dijo Semua dirigiéndole a Kagura una mirada que trataba de indicarle que todo iría bien.

Tras eso se marchó seguida de Lys. Kant subió a su casa de nuevo y Ranko y Kagura se quedaron en sus respectivos lugares, algo tensas.

-Lo siento, he sido muy dura contigo.-se disculpó Ranko. Tan solo recibió un gesto de cabeza como respuesta.-Te gusta Dussica, ¿verdad?

-Y a ti no te cae nada bien Lys, ¿verdad?-contraatacó Kagura sonrojada ante el descubrimiento de Ranko.

-Pensaba que no era más que una simple desconfianza, pero más que eso ahora no soporto a esa chica.

-Pero parece que está haciendo feliz a Semu.

-Presiento que acabará traicionándonos cuando más la necesitemos.-Ranko era firme en su desconfianza.-¿A qué esperabas para contarnos lo de Dussica?

-A que sabía que reaccionaríais así de mal.

-Sólo he reaccionado mal yo, y ha sido la rabia del momento.

-Lys también.

-Su opinión no cuenta. Lo que importa es que Semu te ha comprendido y ahora yo estoy intentando hacerlo. Me cuesta creer que pueda haber una pizca de amabilidad en ella, pero confío en tu juicio y supongo que debe de tener sus motivos. Tal vez tú también le gustes, ¿le has dicho lo que sientes?-sin darse cuenta Ranko estaba dándole consejos, le era inevitable no hacerlo.

-Se lo dije la última vez que la vi, pero... Es imposible que alguien como yo le importe lo más mínimo.-Kagura trataba de hacer que sonase con normalidad.

-Si empiezas con esa actitud, claro que lo es. Si ha sido tan pacífica y "abierta" contigo por algo será. ¿No crees?



En otra parte de la ciudad Semua caminaba en silencio, seguida de Lys. Mientras que la primera le daba vueltas al tema de Kagura, la segunda pensaba en la negativa de Ranko ante su ayuda. Quizás tuviera razón y no pudiese ser de ayuda.

-Lo siento...-Semua rompió el silencio sin mirarla.-Estos días he estado bastante ausente y tampoco te he saludado muy cálidamente después de tanto tiempo. Ahora...estoy un poco mejor, cuando todo esto termine buscaré la forma de compensarte.

-¡N-no es necesario! Entiendo que no estuvieses de ánimos con semejante situación...

-Le estás dando vueltas a lo de Ranko, ¿verdad?

-¿C-cómo...?

-No la culpes, es muy desconfiada con quienes no conoce bien, fue igual con el resto de mis amigas. Creo que en parte también se puso así por tu bien.

-Lo entiendo, pero...De verdad me hubiera gustado ayudar. Todos estáis muy capacitados, pero yo...yo no tengo nada especial que aportar.

-Olvidas tu energía. Estoy segura de que tienes un gran potencial oculto.-Semua se detuvo y, por primera vez en todo el camino, se giró a mirar a Lys.-Si tanto quieres ayudar...¿qué te parecería ayudarme con mi entrenamiento?

-¿No dijo Ranko que Kant te ayudaría?

-Hay algo que no quiero que ellos sepan. Pero no puedo conseguirlo sola, ¿me ayudarías con ello?

Semua no quería involucrar a Lys más de lo que ya lo había hecho, no quería ver morir a ningún ser querido más. Sabía que Lys se había desanimado mucho al no poder ayudar en la batalla final, por eso le ofreció esa posibilidad por la cual no correría riesgos. Por otra parte Lys se quedó mirando fijamente a Semua a los ojos. Esos ojos que cuando se estaban conociendo le parecía que ocultaban tanto y que ahora sentía tan vacíos. Le partía el alma verla así. Ella sabía que Semua lo había estado pasando mal esos días y que necesitaba todo el apoyo posible, pero optó tan solo por pasarse por su casa sin verla a ella. Todos habían sido insistentes con el único objetivo de sacar a su amiga de su cueva, pero, ¿qué esfuerzo había hecho ella? Le faltó cuando más la hubiera necesitado y, aún así, Semua estaba intentando buscar alternativas para alegrarla un poco.Fue esa amabilidad lo que hizo que viera que de verdad había llegado a quererla mucho.

-¡Lo siento! ¡Puedes contar conmigo para lo que sea!-le aseguró abrazándola muy fuerte, haciendo esfuerzos por no llorar frente a ella. Semua simplemente le devolvió el abrazo, tratando de volver a sentirse algo viva con ese gesto de cariño.



KonteynerWhere stories live. Discover now