The Lost Lovers

Capítulo 4

Después de romper aquel abrazo con el joven rubio, Yuuri se disponía a pedir explicaciones al joven ruso, el hecho de que llegara de la nada a irrumpir en su vida ya no era algo nuevo, aunque quería saber la razón.

Se encontraban sentados a la mesa solo ellos dos, mientras tomaban un té caliente, después de todo afuera estaba helando, aunque dudaba en serio que aquella nevada le hiciera competencia al frío de San Petersburgo.

-¿Yurio, dime qué es lo que te trajo a Japón?.- Preguntó sin rodeos el pelinegro.

-¿Que? ¿No te alegra verme acaso?.- Contestó el rubio con su típica actitud arisca.
Difícil es creer que hace unos minutos ese mismo muchacho le abrazaba completamente vulnerable.

-No es eso... Es solo que tú llegada me tomó por sorpresa, la verdad, no creí verte en un tiempo.- Respondió el mayor con melancolía.

-Mi abuelo murió...- Dijo sin darle más vueltas al asunto, dejando a Yuuri congelado ante aquella confesión.
De un momento a otro a Yuuri sus propios problemas le parecieron poco, en comparación a Yuri.

-Yuri... Lo lamento mucho...- Dijo sumamente nervioso, las palabras casi no salían de su boca.

El joven ruso agacho la mirada, mientras sus ojos se inundaban y las lágrimas amenazaban con escapar.

Katsuki atinó a levantarse de su asiento y casi subiéndose a la mesa, sorprendió al adolescente con un abrazo.
El menor se sorprendió ante las acciones del azabache, sin embargo respondió al abrazo sin reprochar.

Al poco tiempo Yuuri sintió que de a poco su hombro se humedecía, el supuesto vándalo ruso lloraba en silencio.

-Estoy solo Yuuri... Ya no tengo a nadie...- Dijo con un hilo de voz.

-Me tienes a mi Yurio... Siempre voy a estar ahí para tí.- Dijo Yuuri con dulzura en su voz, mientras acariciaba los cabellos del más joven.

Después de un rato que Yurio se hubo desahogado comenzaron de nuevo las preguntas esta vez por parte del ruso.

-Cierto Katsudon, ¿Que sucedió en la noche del banquete? Te fuiste corriendo como un demente, quería hablar contigo y no pude hacerlo.- Dijo aún con algunos rastros de lágrimas, lo cuál ante los ojos de Katsuki se veía adorable.
A pesar de que aquella pregunta lo metía en una situación que había estado evitando las últimas semanas.

-Ah si...- A pesar de que lo intentó, no pudo evitar que su rostro se entristeciera.- Victor y yo nos separamos.- Intentó mostrar una sonrisa que resultó en una extraña mueca, incluso aún dolía pronunciar su nombre.

-Eso lo sé, quiero saber el motivo. Si hasta hace poco aún lucían tan acaramelados que su amor me daba ganas de vomitar.- Dijo con sinceridad.

Yurio le había contado acerca de sus problemas, ahora se sentía más tranquilo, quería devolver el favor.
Además debía confiar en el, si planeaba hacer lo que tenía en mente, ambos pasarían mucho tiempo juntos.

-Victor me engañó...- Dijo agachando el rostro.- Yo lo descubrí y el ni siquiera se había dado cuenta de mi presencia.- Respondió con dolor.

-Así que era cierto...- Respondió Yurio como queriendo no creer lo que escuchaba, el creía conocer a Victor, pero no conocía el otro lado de la moneda.

Yuuri se disponía a decir algo más cuando fue interrumpido por una tercera.

-Sin embargo ahí no acaban los problemas para mi pobre hermanito.- Dijo Mari tomando asiento a la mesa.- Me da gusto verte de nuevo Yurio.- Dijo con una sonrisa.

-¿A que te refieres con eso?.- Cuestionó el adolescente con curiosidad.

Yuuri pasó saliva.

-¿Le dices tú o yo tendré el honor?.- Preguntó burlonamente, en el fondo lo hacía para evitar que su hermano pronunciará aquellas palabras que tanto le dolían, pero que alguien tenía que decir.