Capítulo 18

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~Cuatro Años Después~
(N/A: Se que de seguro ya los tengo hartos con todos estos saltos en el tiempo :v)

La mañana pasaba en la tranquilidad del silencio mientras que un pelinegro y un rubio dormían juntos tranquilamente.

Era bastante temprano, la joven pareja podría pasar así un rato más, claro que eso no estaba en los planes de los dos pequeños niños que ingresaban sin detenimiento alguno.

-¡Mami!.- Exclamó Yukia.

Al no obtener respuesta alguna la niña volteó a ver a su hermano con una malévola idea en mente.
Su hermano supo que su hermana planeaba alguna travesura.

Tomó la mano de su hermano y retrocedió todo lo que pudo en el amplio cuarto y corrió a la mayor velocidad que sus piernas le permitían arrastrando a su hermano en el proceso.
Entonces saltó directo a la cama lanzándose sobre los dos adultos que aún dormían.

-¡Despierten!.- Grito Yukia mientras aplastaban a sus 'Padres'.

Daiki fue brutalmente aplastado por su hermana.

-Oi, mocosos ¿Que diablos hacen?.- Dijo el rubio de ya veinte años despertando.

-No se despertaban.- Dijo Yukia cruzada de brazos.

-Buenos días.- Dijo Yuuri dedicándole una sonrisa a su familia.

-Tenemos hambre.- Dijo Daiki sonriendo de manera dulce.

-Queremos Waffles.- Exigió Yukia.

-Si, si claro, ya los hago.- Dijo Yuuri poniéndose sus gafas.

-Oi, pelusa, eres demasiado exigente.- Dijo el rubio revolviendo los cabellos de lo que el mismo llamaba "El mounstro más lindo del mundo".

Yukia le enseñó la lengua.

Al paso que iban a Yuuri no le sorprendería que en unos cuantos años el vocabulario de Yukia fuera igual o incluso peor que el del ruso.

Era temprano y hacía bastante frío, aunque con tanto tiempo de vivir en Rusia ya todos estaban más que acostumbrados.
Los niños se fueron corriente directo a la sala de la casa y Yuuri se levantó listo para dirigirse a la cocina.

-¿Para mi no hay beso de buenos días?.- Cuestionó el rubio logrando sonrojar al pelinegro.

-Tonto...- Respondió Yuuri mientras le regalaba un inocente beso en los labios.
Yurio le dedico una sonrisa amplia.
Y los dos bajaron a desayunar.

Hoy era un día importante, Yurio tenía una competencia importante, estaba en casi en las finales del GPF.

Yurio había ganado el oro ya en más de una ocasión, sin embargo su carrera estaba en la parte más alta y justo ahora no se rendiría.

Aquel día, después de desayunar y arreglarse se dirigieron a la pista de patinaje, Yurio tenía que llegar antes, y era obvio que toda su familia estaría presente para brindarle todo su apoyo.

-Nos vemos en un rato.- Dijo Yurio antes de dirigirse a los vestidores.

-Suerte, te estaremos apoyando.- Yuuri le regaló una de esas sonrisas que solo le dedica al rubio.

Yurio le dió un suave y corto beso en los labios.

-Gracias Katsudon.- Yurio sonrío con superioridad.

Por como iban las cosas, Yurio casi podía asegurar un lugar en el podio y otra medalla de oro para su familia.
Ahora Yurio era el nuevo héroe de Rusia, la nueva leyenda.

Como era de esperarse su programa corto fue excelente como se esperaba.
La canción que interpreto llevaba por nombre "Lilium" y exactamente como lo planeaba, salto trás salto logró clavar a la perfección cada uno de ellos ganándose la ovación del público y de dos pequeños entusiastas que de la manera más dulce le habían hecho un cartel para animarlo.

The Lost LoversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora