la Princesa de los Dragones

Capítulo 2

Llego a casa corriendo, con la piedra en las manos. Intento no caerme, cosa imposible.

<<Papá, ¡Papá! ¡Tengo algo que podría resolver el problema!>> grito.

Mi voz suena por toda la casa.
Creo que mi padre no está, seguramente estará trabajando.
Voy en mi habitación y apoyo la piedra en mi cama.
Mi habitación es pequeña, de color azul cielo y con muchos, no, muchísimos peluches. Una ventana al lado de mi escritorio ilumina una pila de libros polverosos que no toco desde hace años.
Cojo el teléfono y llamo a mi padre.

<<¡Hola papá!>>
<<Hola, ¿qué quieres?>>

Desde su tono de voz entiendo que está cansado y que aún está enfadado conmigo.

<<Papá, tengo una cosa que nos podría hacer ganar mucho dinero.>> digo con entusiasmo.
<<¿Qué cosa Harley?>> pregunta.
<<Una piedra, verde y brillante, que he encontrado en el bosque.>>
<<¿Has estado en el bosque? ¡Te había dicho que no podías ir allí!>> me grita a través del teléfono.
<<¿Por qué?>> pregunto con la voz más triste que pueda hacer.
<<Harley, ese bosque está lleno de peligros.>>

Cuelga.

<<Es siempre así. Ufff que nervios.>> grito de nuevo.

Camino rápidamente hacia el salón y me siento en el sofá, pensando qué peligros podría tener un bosque tan bonito como ese, y me acuerdo de aquel extraño árbol. Me levanto, asustada.
Oigo un ruido extraño que viene desde una de las habitaciones.

<<¿QUIÉN ES?>>

Nadie responde, tampoco hay algún otro sonido.
Mi corazón late rápidamente y casi me falta el aliento, ese ruido no era algo normal.
Nunca me había sentido así en mi vida.
Camino muy lentamente hacia mi habitación y veo algo moverse. La piedra. La piedra se mueve y produce extraños ruidos. Lentamente, se abre.

<<Pero que... ¡Esta cosa tenía que ser una piedra!>> Grito mientras avanzo lentamente hacia atrás.

Desde esa extraña piedra sale una criatura. Parece una lagartija. Sus escamas brillan bajo la luz del sol, así como sus dientes, largos y afilados.
Me acerco lentamente hacia ese ser.

<<¡Era un huevo de lagartija! Una lagartija muy grande... Y tiene alas.>> Digo con la voz cada vez más débil.

En ese instante entiendo que no era una lagartija, tenía un aspecto más raro. Parecía un dragón, un maldito dragón.