la Princesa de los Dragones

Capítulo 5

Lo miro comer en silencio. Fuera aún hace mucho frío, el viento es helado.
Creo que voy a decir algo romper el silencio, no soporto estar callada.

<<Bueno... Pues... ¿Cuando se ataca a Matroz... Matrux.. o como se llame?>> pregunto.
<<Se llama Matrix y no podemos atacarle. Vive en la tierra del fuego. No podemos ir allí. Si tocas esa suelo te morirás quemada>>
<<¿Y si volamos?>>
<<Lo mismo, el aire está que arde.>>
<<¿Y que hacemos?>>
<<Bueno... Ahora que se volar un poco puedo seguir practicando yo solo y, mientras tanto, tú podrías entrenarte.>> dice. Está muy tranquilo.
<<¿Entrenarme?>>
<<Este bosque es perfecto. Podrías correr, saltar encima de las piedras que hay en el río, subirte a los árboles.... Así podrías hacerte un poco de músculos, ¿no?>>
<<¡Hey! ¡Que yo tengo músculos!>> digo un poco ofendida.

Instintivamente me toco el brazo. A quien quiero engañar, son unos palitos. Mi ombra de músculos.

Nos ponemos a reír los dos. Ha pasado solo poco tiempo desde cuando nos hemos visto por primera vez, pero ya nos llevamos muy bien. Es como si nos conociéramos desde siempre.

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<<Despierta, despierta, ¡despierta!>> grita una voz que conozco demasiado bien.
Me levanto confundida y no abro los ojos.
<<¿Que pasa?>> pregunto asustada, con la voz llena de sueño.

Me miro alrededor. Estoy aún en el bosque pero Lunus no está.

<<¿Que haces aquí fuera durmiendo? ¿No te había dicho que no podías venir a este maldito bosque?>> La voz de mi padre suena sin piedad.

Me levanto del suelo rápidamente. He sido una tonta, debería haber tenido más cuidado y volver a casa. Ahora seguro que encerrará en la habitación.

Y entonces pasó de nuevo.

"Déjala"

Esa maldita voz suena por todo el bosque. Me giro y me doy cuenta de que he estado todo el tiempo de nuevo bajo ese árbol de color rosa.
Muevo la mirada hacia mi padre y entiendo que no fui la única a escuchar esa voz.

<<Pero que...>> Dice mi padre. Da unos pasos hacia atrás. Tiene los ojos llorosos.

<<No puede ser>> Está pálido y asustado. No, hay algo que no me convence.

El árbol habla de nuevo.

"Ya lo sabe todo. Es hora de que le enseñes el resto"

<<¿Papá?>> Pregunto.

Pero mi padre no me responde. Está mirando intensamente el árbol, seguramente esperando a que diga algo...

<<¿Alya?¿¡Alya!?>> Parece que está desesperado.
Mi corazón da un giro. Ese nombre ya lo escuché, alguien ya lo mencionó... Lunus.

El árbol no le responde. Mi padre suspira. De repente cambia expresión, ahora tiene una cara muy decidida.

<<Es hora de que te lleve a tu verdadera casa....>>