A Ella, De Navidad

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Querida Mejor Amiga,

En esta fecha que llena los corazones de melancolía, no puedo hacer más que intentar calmar mi alma con un par de palabras dedicadas a tí:

Porque cuando mi ser se enfriaba, decidiste soplar con delicadeza mi alma, y encendiste mi voluntad;
o esas otras veces que no me viste, que sabías sin saber qué era. Me liberaste con letras adornadas de ternura y cariño. Fue que encontré un corazón dispuesto a ofrecer sin censura toda la bondad que en él cabe. Es un corazón tan salvaje como el mío.

Me aventuré en tu tiempo y me encontré volando.
Te enseñé yo a volar y tú me enseñaste a caminar.
Porque lo necesitábamos.

Caminamos hombro a hombro y volamos de la mano. Luego, con el tiempo a favor y el espacio en nuestra contra. Y aún tú en el cielo, y yo en la tierra, o al contrario, pocas veces, nos sujetamos como pudimos.

Para no dejarnos.

Tu ser nunca dejará mi ser, porque somos uno solo.

Con o sin cualquier cosa, has sido, desde mis recuerdos de una época de ternura, mi hermana del alma, mi parabatai, sin saberlo entonces.

Podré no estar a tu lado para abrazarte, pero confío en nuestros lazos para hacerlo llegar hasta tí, dondequiera que estés. Somos nuestras. Así lo dicta nuestra fraternidad, segura de que ni la fuerza que derrota a los vivos nos desanclará.

Sigue, pues, guardando mis reservas de seguridad, de ternura, de cariño y etcétera, bajo llave, en donde consideres tú prudente. Mientras, yo seguiré proporcionándote mis cualidades que tanto mereces y de que deseo sofocarte. Para que reserves una esquinita para mí en donde lo necesites. La cabeza, el corazón, el alma.

PD.: Quiero pedirle a Santa que no quiero nada más que a ti en la mejor estancia, salud y deseos.

PD 2.: ¡Feliz navidad, para ti y toda tu familia! Con los más sinceros deseos, y siempre tuya, etcétera, tu parabatai.

Gris Y CelesteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora