Rumores.

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                                                        | alma en galería |







Antes de que la campana sonara para iniciar las clases en aquel día lunes, Bruna miró con desaprobación al tablón de anuncios. Sólo habían clubs de fútbol, de carpintería y hasta de videojuegos. Pero no veía nada que llamara su atención. El año pasado Bruna participaba en el club de cocina. Duró una semana, pero al menos ganó un positivo para su historial académico.
Pegada y con el ceño fruncido, acercó su mano y escribió su nombre en el listado de un club.


Dejó el bolígrafo en el borde del tablón y sonrió satisfecha. No podía estar a mitad de año escolar así, sin estar en un club y sin haber podido tener tal positivo que quería. No era de mucha importancia. Dos semanas y listo, Bruna podía dejar de estresarse.



Justo antes de voltear, vio como una mano ajena se apoyaba en su hombro. Volteó y la vio. Alma estaba a su lado con una sonrisa gigante. La típica sonrisa que Alma llevaba siempre.





—¿Te estás uniendo a algo o sólo querías disimular para verte inteligente?



Bruna rió de forma irónica —La segunda mejor de la clase. Me sale natural.






Y ambas rieron nuevamente.
Alma, después de la fiesta, había pensado todo el fin de semana en que debía abrirse más a la escuela. Bruna era una buena opción. Era bastante bonita y llamativa.



No pensaba el unirse a la dupla de Cleo y Bruna.  Sólo quería conversar un poco con la última mencionada.






—Mamá no llego hasta la madrugada. No castigó a Otto, nunca lo hará. Me hace creer que tiene un poco de favoritismo por él —contó Alma, explicando lo que había pasado cuando todo el mundo se fue.



—Así son las mamás con el primer hijo. Sólo tienes que descontrolarte. Sé un Otto más —la miró y asintió. Bruna dando consejos era algo bueno y malo a la vez —Pero sin la cabeza rapada y sin ese presentimiento de que en cualquier momento se transforma en vampiro.



—¿Vampiro? Yo diría más una momia. Los vampiros son atractivos y yo soy la hermana bonita.






Bruna rió. Otto era atractivo de una forma extraña. Aunque Bruna jamás lo haya visto como interés, veía a muchas chicas de su grado hablar flores sobre él.





—Entonces harás exactamente lo que te dije. Revelate, Alma —tocó el cabello de la crespa —Incluso podrías hacer alguna fiesta uno de estos días. O hasta abrir un negocio competencia de tu hermano.








Cuando Bruna dijo eso, Alma no pudo estar más inspirada. No quería pelear con su hermano. Pero sí quería demostrarle que su edad y reputación no eran mejor que la de ella.






—Por cierto, Bruna. ¿Escuchaste el rumor?



Bruna la miró extrañada.

—¿Qué rumor?



—Cleo se besuqueó con alguien en la fiesta.









**








Cody presionó fuertemente su mano en la cintura de Marlon. Él seguía con el yeso. Pero para Cody eso no era un obstáculo.




—¡Cody, detente! —exclamó Marlon entre risas mientras sufría los empujones de su amigo en el borde de las escaleras.



1990.Where stories live. Discover now