Extra #1: Especial de San Valentín

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Extra #1: Especial de San Valentin

La pinche notita

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–¿Dónde carajos está?

Mi grito exasperado despierta a Thaís, quien ha estado dormida una hora más que yo.

–¿Dónde está qué, Alina? –responde mi amiga, sobresaltada–. No grites, necesitas que tu voz esté intacta para marzo. Recuerda que eres la capitana del equipo ahora...

–¡Qué capitana del equipo ni qué mierda! –exclamo rebuscando con desesperación entre los miles de cuadernos que reposan desordenadamente en mi escritorio–. ¿Dónde coño está la pinche notita?

–Acabas de decir "coño" y "pinche" en una misma oración y no eres española... ni mexicana.

–¿Thaís?

–¿Sí?

–Cállate.

Ella solo suelta una pequeña risa, sabe que no hablo en serio. Se estira hasta alcanzar la botella de agua sobre mi mesa de noche y le da un buen sorbo.

–¿Desde cuándo eres tan lisurienta, Lina? –me sonríe con burla. Ella es una de las pocas personas que saben que no me gusta tanto que me apoden "Ali", así que me llama "Lina" de cariño. No es que me disguste particularmente, solo siento que "Ali" no me sienta bien–. ¿Qué decías que estabas buscando?

Mientras rebusco sin éxito entre las hojas de mi escritorio comienzo a ponerme cada vez más nerviosa: no aparece, no está.

–La... eh... –murmuro con la voz temblorosa–, ¡la pinche notita! ¿La que escribí de broma anoche?

–Si mal no lo recuerdo –una sonrisa cínica se abre paso en el rostro de Thaís–, el papel era rosado, ¿no?

–Sep.

–¿Es la que creo que es?

–Sep.

Lanzo un sollozo sobre-dramático y me doy golpes en la cabeza contra el escritorio.

–¿La que era para "Geek"? –se ríe Thaís.

Me detengo un momento, asiento lentamente y sigo dándome golpes contra la mesa.

"Querido Geek,

Las rosas son rojas,

las violetas azules...

los pinos son verdes

y te comería con mayonesa y kétchup, ahre ;v

-Atte. Cheerleader"

El alcohol nunca lleva a nada bueno.

–¿Crees que la haya dejado en la fiesta? –le pregunto a Thaís, demasiado consternada para mi propio bien.

–No lo recuerdo... Bueno, no es que recuerde mucho –se ríe tontamente.

–¡No es el momento, Thaís! –me estreso, percibiendo con mayor claridad mi dolor de cabeza. La resaca es lo peor–. Hagamos memoria: ¿qué pasó ayer?

–Llegamos a la fiesta y entregamos nuestro cuerpo y alma al alcohol.

–Luego te fuiste con un chico... ¿qué tal?

–Increíble –responde mi amiga uniendo sus índices con sus pulgares–. Tú desapareciste por un momento y cuando regresaste te vi con una nota en la mano. ¿Cuándo pasó eso?

No muy querido geekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora