XVI

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Descendimos hasta la planta baja. Me ardían las heridas, pero hacía el mejor esfuerzo para ocultar mi dolor. Abajo estaba "B". No lucía asustado, pero tampoco mostraba índices de haber visto a Mateo.

- Pues como suponen... - B hizo una pequeña pausa – No percibí a Mateo. Y tuve suerte de que esa pandilla no me viera a mí.

- ¿Era la misma? – pregunté. Tal vez esa pandilla era totalmente diferente a la que teníamos en mente.

- No te lo puedo asegurar. Pero no es momento de averiguarlo. Tenemos largo camino y debemos de llegar antes de que uno de ustedes se desangre.

- Aún puedo aguantar...

- Lo sé, pero es por precaución. No queremos muertos. No más...

Esa última palabra me desgarró el alma por lo que no pude hacer una réplica más. Recogimos todas nuestras cosas y volvimos a nuestro "hogar", el campamento viento del Norte.

En el camino me debilitaba lentamente. A pesar de que me estuviesen cargando, a mitad de trayecto perdí la movilidad en las piernas, empecé a temblar y poco después me desmayé. La pérdida de conciencia fue lo mejor que me había pasado ese día: me encontré despreocupado, sin dolor y en un estado de euforia interno. Me percaté que estaba soñando. Quise despertarme por qué sabía que en ese momento alguien me estaría cargando, pero, a pesar de los intentos no logré nada. El sueño se sentía real, y poco a poco empezó a ponerse lúgubre... Estaba en la puerta del campamento que ya tanto conocía. Todo a mi alrededor estaba silencioso y calmado, y no percibía a nadie, ni siquiera a los guardias que vigilan la puerta principal. El miedo empezó a invadir cada rincón de mi cuerpo, y la paz en la que me encontraba desapareció. Decidí adentrarme en el campamento y, al abrir la puerta todo estaba sumergido en la oscuridad. Aún estaba solo y el silencio se volvía demasiado preocupante. Entré poco a poco y procurando no hacer mucho ruido. Aunque sabía que me encontraba en un sueño quise mantener cierta precaución. De repente un sonido proveniente del comedor captó mi atención  y fui directo para allá. Era el único lugar alumbrado del campamento. Se escuchaban cubiertos cayendo al suelo y, cuando entré a la cocina entendí que esto era todo menos un sueño: Raquel, Anahí y "B" se encontraban atados de brazos y piernas a sillas metálicas. Raquel era la única despierta, pero la cinta que cubría su boca impedía que hablara. Al verme abrió grande los ojos y empezó a moverse en la silla. Su cabeza decía que no, pero no lograba entender qué. Detrás de ella apareció una figura oscura que llevaba en su brazo un cuchillo demasiado grande. Quedé paralizado e hice esfuerzos por despertar, pero no funcionaba... ¿Acaso esto no era un sueño? La idea me aterraba. Dos hombres llegaron detrás de mí y me sostuvieron por ambos brazos, me sentaron en una silla y ataron. La figura oscura dibujó una sonrisa en su rostro. Quise zafarme, pero los intentos fueron en vano. Y en ese instante mi mundo dio vueltas. La figura misteriosa era Mateo, el compañero que se había sacrificado por nosotros. Tenía una cicatriz que dividía su cara. De repente habló:

- Veo que has llegado Nicolás...Eres nuestro más anhelado espectador.

No sabía a qué se refería. Pero yo no lograba articular palabra alguna.

- Te presento a las últimas personas a las que aprecias. – Se acercó a "B" – El líder que tantas esperanzas te había dado. Un mundo mejor y casi ideal. – dejó escapar una risa macabra y se dirigió a Anahí – la pequeña que apenas conoces pero que tanto se preocupa por ti – hablaba pausadamente y rozó su cuchillo por la mejilla de Anahí – Pero tranquilo no me olvido de la más importante, el broche de oro. – Se puso al lado de Raquel y colocó su cuchillo en su cuello mientras olfateaba su oreja y daba caricias en su mejilla. Raquel estaba aterrada. Sus ojos pedían mi ayuda, pero mi cuerpo no reaccionaba. – La bella Raquel. Te tuve envidia desde que llegaste. No cualquiera tiene tal botín.

Y fue en ese momento que desee que todo acabará. Se acercó nuevamente a "B" y clavó su cuchillo en su pierna. "B" despertó y su grito quedó en silencio por la cinta que llevaba en la boca. Mateo no acabó ahí. Empezó a abrir la pierna de "B". Gritaba, aunque no podía oírlo. Mateo hizo esto en ambas de sus piernas y sentía el sufrimiento de "B" invadir mi cuerpo. Luego de un rato se desmayó. O tal vez murió... No querría ver lo que seguía: no a Anahí. Cerré los ojos, pero ambos guardias me los abrieron a la fuerza jalándome la parte de arriba de los párpados. Grité:

- ¡Mateo detente!

Regresó a verme y sonrió.

- Pero si tú mismo has causado esto – Hizo una pausa – Nicolás.

La "s" del final le hizo parecer una serpiente o lo que realmente era: un monstruo. Posó su cuchillo sobre el cuello de la pequeña y cortó suavemente. Una línea de sangre se dibujó arriba de su laringe. Realmente no deseaba ver todo eso. ¿Por qué no despertaba aún? ¿Por qué Mateo? Todas estas preguntas me torturaban sicológicamente. Mateo alzó su cuchillo firme y lamió la sangre que por este escurría. Luego de parecer satisfecho clavó de lleno el cuchillo en la tráquea de Anahí. Esto llenó de aire sus pulmones, pero tan solo segundos después se asfixió con su propia sangre. Ya dos habían muerto y no toleraría el dolor que me dejaría el último asesinato. Mateo habló una última vez:

- Soy cruel. Pero no tanto como para no escuchar las últimas palabras de tu amada.

Le quitó la cinta de la boca de un tirón. Me ardían demasiados los ojos por no poder parpadear. Raquel hiperventilaba, pero alcanzó a decir algo muy suavemente:

- Lo siento...realmente lo sient...

Sin siquiera termina la frase Mateo clavó el cuchillo en su espalda numerosas veces. Grité y se me llenaron los ojos de lágrimas. Me soltaron y me arrodillé en el piso. En medio de mi llanto Mateo se acercó.

- Espero que recuerdes muy bien este momento.

Me golpeó muy fuerte y todo se puso oscuro de nuevo.

Abrí los ojos y una luz blanca invadía el lugar en dónde estaba. Escuchaba el llanto de gente a mi alrededor, pero no me adaptaba a aquella luz todavía. No podía moverme y sentía asco por lo que había visto. De repente alguien me tomó de la mano y apretó suavemente.

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⏰ Last updated: Feb 16, 2017 ⏰

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