Dangerous.-Luke Hemmings-.

-13.

Narra Tryssel:
Era tarde y estaba a punto de dormirme cuando sentí golpes fuertes en la puerta. Me asusté, pero de todas formas abrí. Cuando vi a Luke en la puerta, todo lastimado y cubierto de sangre, se me cayó el alma al suelo. Me quedé mirándolo estupefacta. Estaba destruido, me dolía verlo así.

-Try, ayúdame por favor.- dijo con la poca fuerza que le quedaba.
¿Qué se supone que debo hacer?

Lo ayude a entrar y a sentarse en el sillón. Traje vendajes y desinfectante del baño y comencé a desinfectar las heridas de su rostro. Sus muecas demostraban lo mucho que le dolía y me sentía mal por no poder calmarlo, estaba golpeado y asustado y yo no sabía qué hacer.
-¿Qué te sucedió?- pregunté.
-Nada importante-dijo.
-Luke, no puedes decirme que no es nada importante si llegaste así a mi casa en medio de la noche.- me enojaba que no quisiera contarme. Después de todo, lo estaba ayudando cuando podría no hacerlo. Aunque por supuesto, no podría dejarlo así. No me contesto, por lo que supe que no iba a contarme nada. Así que me limité a seguir limpiando sus heridas. Estaba decepcionada, porque pensé que Luke por fin confiaba en mí. Pensé que podría conocer su pasado pero ahora veo que nunca será así, y será difícil estar con alguien a quien sus fantasmas atormentan a diario. Odiaba esta situación y odiaba verlo así, pero más odiaba no poder inspirarle la confianza suficiente como para saber qué demonios le había pasado.

Al terminar, le pedí que se sacara la remera, y me dijo:

-No soy tan fácil.- intento sonreír en un gesto coqueto pero terminó por hacer un gesto de dolor, y tuve que sacarle la remera yo misma para poder desinfectar las heridas y vendar su abdomen. Lo tenía bastante trabajado, lo cual me sorprendió. Parecía más delgado a simple vista, pero resultó ser más musculoso de lo que aparentaba. Me costaba concentrarme en sus heridas teniéndolo así, pero de alguna forma lo logre.

-Listo.- dije levantándome y guardando el maletín. El agarró mi mano y me puso sobre sus piernas. Sentí su aliento rozar mi rostro. Y el cosquilleo regresó.
-Gracias, no sé qué habría hecho sin ti.- a continuación me besó. Hace mucho no besaba a alguien, y esa sensación en mi estomago volvió. Pensé que no iba a volver a sentir esto nunca, pero aquí estaba. Besando a Luke y sintiéndome genial a pesar de haberlo odiando semanas antes.
De repente se separó y me miró. Se levantó como pudo por lo que yo tuve que hacerlo también.
-Lo siento, Tryssel. Solo... olvídalo, ¿si?
Y después de decir esto, salió de mi casa dejándome sola, confundida, y desilusionada. Me sentí ilusa al haber permitido que esto llegara a suceder. Dudaba en todo lo que había pasado, en todo lo que Luke me había dicho. Sentía nauseas solo por pensar en que no había sido cierto. ¿Qué estaba pasando, y por que yo no lograba entenderlo?