Capítulo 9

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CAPÍTULO 9

Sacaron los boletos para el teleférico y llegaron justo cinco minutos antes de su partida. El viento sopló en su dirección mientras que hacían fila. Los cabellos de Jongin volaron desordenados y sus ojos no fueron buenos disimulando que estaban mirando a Kyungsoo.

El médico había colocado un brazo sobre sus hombros como un vago intento para refugiar un poco de calor entre ambos. Kyungsoo ni siquiera se había percatado de las acciones del médico como algo extraño, pero al parecer sí lo habían hecho otras personas en la fila, que comenzaron a murmurar entre sí.

Jongin quitó su brazo y se revolvió en su lugar avergonzado.

—¿Por qué te quitaste?

—¿Perdón?

—El brazo. Es que me hacia frío.

Kyungsoo tenia la nariz roja y su sonrojo lo disfrazaba la luz amarillenta del foco sobre sus cabezas. Verlo hizo a Jongin sonreír de lado y poner su brazo en donde antes había estado con más seguridad.

—Mejor.

Cuando Kyungsoo volvió a esconderse bajo la tela, llegó su turno de subir al teleférico. El transporte era un cubículo vidreado que a cualquiera le traería un horrible vertigo. Por suerte, la hora y el día de la semana había dejado lugar solo para ellos y un grupo de tres turistas que hablaban en inglés.

A pesar de contar con gran espacio, decidieron acomodarse en una esquina dándole la espalda a los demás pasajeros. Una vez comenzaron a moverse, los turistas sacaron fotografías y gritaron... A Jongin no le pareció adecuado que fueran tan escandalosos contando con que ya estaban acostumbrados a la libertad.

Kyungsoo, que nunca había visto nada semejante, se quedó mudo al pasar entre las ramas peladas de un par de árboles gigantes. A penas se escucharon sus respiraciones. Jongin decidió dejar de amargarse por el bullicio del resto solo porque prefirió concentrarse en captar cada detalle en las reacciones de Kyungsoo.

—¡Mierda!

Cumplió su cometido cuando el menor se percató de la gran distancia que separa a sus pies de la tierra. Sus labios formaron un anillo y dejaron salir un jadeo, más similar a un chillido. El mismo que lo hizo retroceder a los brazos del mayor.

—¿Está muy alto?—bromeó Jongin, quien lo atrapó desde donde estaba y lo sostuvo entre sus dedos.

—Demasiado... ¿Podemos... Podemos bajar por favor?

Los ojos de Jongin contemplaron su perfil con la misma admiración con la que Kyungsoo había estado admirando el paisaje. Le rompió el corazón que su mueca se hubiera vuelto más cercana al horror.

—Lo siento Soo, ya estamos muy lejos... No te hubiera traído si no fuera seguro. Tienes que relajarte.

Kyungsoo miró hacia arriba y se encontró con que el médico estaba lo suficientemente cerca como para que sus labios recibieran la esencia caliente que se desprendía de sus poros.

—Es que en el Norte lo más alto que llegué fue a la altura de un tren camino a Pionyang.

Su pecho dio un salto al mencionarle a Jongin aquel dato sobre su vida pasada. De todas maneras, se sintió aliviado de haberse permitido confiar en él.

—¿Viajabas seguido?

Los cables se tensaron al igual que su mandíbula.

Kyungsoo tragó saliva con dificultad.

—Más de lo que me hubiera gustado.

En algún momento, cuando bajaron del teleférico y después de comprar las entradas para subir a la Torre NamSam, Kyungsoo tomó la mano de Jongin y el alto recibió el contacto como si fuera algo habitual.

Anatomías Incompletas [KaiSoo/KaDi] Where stories live. Discover now