One

1.7K 169 28
                                    

Yo diría que los ruidos de los pasillos estaban hartándome, de no ser porque pude ver que Ally venía con su uniforme del equipo de porristas hacia mi casillero ya hubiera salido de este lugar. Rápidamente dejé mis libros que había sacado de la biblioteca más temprano y cerré con candado.

—¡Hola, Mani! —saludó la chica pequeña y yo sonreí.

—Ey, Ally, ¿cómo estás?

—¡Espectacular! —gritó mientras alzaba sus pompones.

Ally a veces me ponía nerviosa con todo su ánimo por las mañanas, era el reemplazo de la segunda al mando en las prácticas del equipo, y la punta de la pirámide, tenía un promedio muy alto, iba a la iglesia y trabajaba en el coro de ahí mismo, y aún así tenía una gran sonrisa para todos los que se atrevieran a verla caminar por el pasillo. No era molesta en lo absoluto, me agradaba pasar los días con ella, pero me abrumaba que nunca se enojara, ni siquiera cuando las nuevas cometían un error en las formaciones.

—Hoy pensaba que podíamos practicar antes de que el equipo de fútbol se adueñe del campo —dijo Lauren apareciendo detrás de Ally—. Porque si llevamos los horarios de ayer, los jugadores estarán molestando.

Lauren era algo así como mi mejor amiga, aunque ella estaba sinceramente más interesada en ganar las nacionales que en ser amiga de alguien. Ella era la segunda al mando, y la que sostenía a Ally del lado derecho en la pirámide. Su rostro casi siempre estaba neutral, y si yo no fuera la capitana del equipo, le tendría terror, Lauren trataba muy mal a las nuevas pero lo hacía para hacerlas entender que no era fácil ser porrista, no era sólo lucir bonita y mover las caderas.

—Hola, Lauren —dije.

—Hola —esbozó una pequeña sonrisa—. Confirma el entrenamiento porque estoy por mandarle la información a la coach con un mensaje firmado por ti.

—Pero no creo que sea lo correcto, las demás no saben —dijo Ally.

—Eso no importa, Ally, si no llegan tendrán un castigo —Lauren se encogió de hombros y Ally hizo una expresión de terror en su rostro.

—Vamos a avisarles, Ally —le dije para tranquilizarla.

Lauren comenzó a reír y se recargó en los casilleros a mi lado.

—Era una broma, Ally, no te espantes —dijo Lauren y la más pequeña asintió.

—Los del equipo de fútbol son asquerosos —comentó Ally cuando estábamos a punto de ir a nuestra primera clase—. Ayer estaba intentando ayudar a una chica de primer año, Eva, y dos de ellos vinieron a enseñarnos sus partes.

—No debiste ir a ayudarla, ella se equivocó mucho ayer —Lauren rodó los ojos mientras era la primera en entrar al salón de Historia.

—Bueno, fueron sólo dos veces y creo que exageraste —dije siguiendo a Lauren.

—¡Bah! —contestó—. A nosotras nos trataban peor cuando íbamos en primero, ¿no recuerdas cuando flaqueaste en la pirámide y te dejaron dos semanas parada en una sola pierna en todos los entrenamientos?

Negué con desdén. Sí recordaba haber sufrido mucho por las co-capitanas de cuando yo apenas había entrado al equipo, pero estaba muy decidida a estar en él, por eso me aguantaba todo. Lauren solía ser perfecta para todas las formaciones, de hecho ella tuvo los votos de las antiguas capitanas para ser la siguiente, pero la coach me eligió a mí, aunque eso no causó ninguna rivalidad. Ally fue la que más sufrió cuando entró al equipo, la trataban tan mal que ahora me parece lógico que ella trate a todas tan bien, ella, además de la mayoría de primer año, utilizaban su uniforme del equipo para todo, y siempre he sospechado que Ally lo usa como trofeo, como una muestra de que se había ganado el uniforme, porque en ese tiempo, de cincuenta chicas de primer año, solamente nosotras tres quedamos.

have you ever dated a quarterback?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora