have you ever dated a quarterback?

Two

Las rabietas le iban muy bien a Lauren, era la primera en estar parada frente a mi casillero cuando quería pelearse por algo, y esa mañana de miércoles no fue la excepción. Antes de que sonara el timbre para entrar a la primera clase, Lauren estuvo lloriqueando lo mismo que venía peleando hace días, y yo sinceramente estaba cansada, así que le dije que le daría un ultimátum a Eva. Sólo así logró calmarse y me la quité de encima toda la mañana.

Ya había llegado la tarde y el entrenamiento terminó, estábamos ya sincronizadas y yo había cambiado la formación de Eva, de esa manera Lauren no se quejaría tanto. En el almuerzo fui a hablar con Ally para contarle lo de Lauren y se negó rotundamente a darle el ultimátum a Eva, así que yo debía hacerlo personalmente.

Esperé a que Lauren y Ally se fueran a los vestidores junto con el equipo, y Eva se sentó en las bancas recogiendo las cosas que se habían salido de su mochila (las que en realidad no se cayeron, sino que Lauren las había tirado a propósito). Me senté a su lado.

—Ey, Eva —le hablé.

Ella había soltado su cabello rojizo y me miró de una forma peculiar, como si no supiera si yo estaba ahí para correrla, como seguramente Lauren hubiera hecho, o si la apoyaba, como Ally, entonces le sonreí un poco.

—Hola, Normani —dijo—. ¿Qué está mal?

—¡Oh! No es nada malo —dije con desdén—. Bueno, no es taaaan malo.

—¿Me vas a sacar? —preguntó con los ojos aguados.

Suspiré. Ésta chica luce como si supiera que lo hacía fatal, pero se esforzaba.

—Fossbaken —la voz lejana de una chica se escuchó, y me temí lo peor, hasta que volteé y vi a la novia de Eva acercándose.

—Lo siento —la porrista de primer año se disculpó por la interrupción—. Es que mi novia es...

Negué antes de que ella terminara la frase, Camila llegó y saludó a Eva con un beso en los labios, pero Cabello no estaba sola. Dinah estaba con ella, aunque sin sus seguidores usuales, sólo ella y Dinah.

—Ey —me sonrió Dinah, pero rodé los ojos y me dirigí nuevamente a Eva.

—Hoy te he cambiado de posición porque sinceramente no eres tan buena como pensé, y el equipo ha llegado a la conclusión de que si no te aprendes bien la coreografía para el partido de este fin de semana tendrás que regresar tu uniforme y olvidarte de las seccionales.

En ese momento estaba de mal humor, y no fui yo quién habló, fue más mi Lauren interior. Al fin y al cabo Lauren era la que quería que le diera ese ultimátum a Eva.

Me levanté de la banca, con los ojos de Eva, Camila y Dinah puestos en mí y di media vuelta para dirigirme a los vestidores, pero para mi sorpresa Lauren estaba esperándome, su sonrisa se había pronunciado, como si lo hubiera escuchado todo.

—Oye —escuché de nuevo la voz de Dinah, volví a voltear para ver qué era lo que quería, podría adivinar que vendría a darme una tunda por haberle dicho eso a Eva, porque la vi abrazando a Camila, seguramente estaba llorando.

—¿Qué? —dije con expresión neutral.

—Me preguntaba si querías salir conmigo —dijo Dinah sonriendo.

Me despabilé un poco y volteé a ver a Lauren, ella sólo se encogió de hombros.

—Oh... ¿Cuál es tu nombre? ¿Di... Diana?

—Dinah —corrigió.

—¿Ves? Ni siquiera sé tu nombre.

—Puedes llamarme como tú quieras —dijo sonriendo.