XXV

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  Narra Tyler 

 No podía creer lo que estaba viendo. No veía hace mucho a la madre de Abby, pero no creí que la próxima vez que pudiera visitarla sería en un hospital y mucho menos verla a ella en ese estado. 

Abby tenía sus ojos rojos y podía notar como ella trataba de aguantar todas sus lágrimas.Tomé su mano y me acerqué a la camilla para que su madre pudiera verme. 

 -T-Tyler...- sonrió. -Que alegría y sorpresa me da verte otra vez.- 

-Hola, ¿Cómo se siente?.- Me senté a una orilla de la camilla.

-La verdad ahora siento unos pocos dolores. Cuando llegué aquí me sentía peor, pero... el doctor dijo que estoy respondiendo bien a todos los tratamientos y que puede que salga de aquí en unos días.- Sus ojos estaban entre abiertos, parecía estar realmente cansada.

-Saldrá de aquí pronto, todo estará bien, ya verá.- Acaricié su brazo.

-Si, solo me preocupa dejarte, Abby. Puedes venir por las tardes a visitarme pero no quiero que pierdas estos días de escuela. O al menos quiero que vayas a dormir a casa, aquí estarás muy incomoda, hija.- 

Abby se acercó a la camilla algo preocupada por aquellas palabras de su madre.

-Pero, yo quiero quedarme aquí contigo. No quiero dejarte sola, no quiero estar sola.- Abby tomó la mano de su madre y comenzó a acariciarla.

-No estas sola hija, Tyler también están contigo, Melanie... Matt. Ellos son tus amigos, puedes ir a quedarte con ellos o invitarlos a casa. Hazme ese favor, hija.- Ella nos observó a ambos esperando que Abby aceptara.

-Pues...- suspiró. -Esta bien mamá, invitaré a uno de los chicos o iré a quedarme con alguno de ellos. Pero, temprano por la mañana vendré a verte hasta que te mejores.- Ella sonrió y acarició su rostro.

-Te adoro, mi pequeña.- 

-Y yo a ti, mamá.- 

******

Estuve hasta las 11 PM sentado con Abby en aquella habitación. La abrazaba lo mas fuerte posible, sé que esto debe ser un mal momento para ella y para su madre.

La señora Johnson descansaba en aquella camilla, de vez en cuando tocaba suaves melodías en mi ukelele para calmarlas a ambas. Cada 1 hora entraba un medico para ver como iba todo, le daban medicamentos y la ayudaban a mover sus piernas y brazos.

Abby comenzaba a bostezar en mi hombro, estaba cansada, al igual que yo. Creo que ya es hora de llevarla a casa.

-Abby...- susurré en su oído sacudiéndola suavemente.

-T-Ty...- murmuraba cosas que no lograba entender.

-¿Abby? Es tarde, debes irte a casa.- Su madre vio aquella escena.

-Mamá... estoy bien, puedo quedarme un poco más.- Abby rascó sus ojos y trató de enderezarse en la silla.

-Abby, volverás temprano mañana. Estaré bien aquí. Solo mírate, te ves cansada. Ve a casa hija.- La madre de Abby le sonreía para convencerla.

-Esta bien, mamá. Pero llámame si necesitas algo.- Abby se levantó con los ojos casi cerrados completamente y besó la frente de su madre. -Adiós.- caminó conmigo hacia la puerta.

-Adiós, Abby. Adiós, Tyler.- levantó su mano delicadamente y la movió hacia los lados con todas las fuerzas que tenía.

Abby tomó mi mano y se aferró a mi brazo derecho mientras caminábamos hacia la salida de el hospital.

CRUSH | Tyler JosephDonde viven las historias. Descúbrelo ahora