El Despertar de Ares

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Afrodita entra al recinto. Y ve un sillon de descanzo y, en una penumbra, donde apenas llegaba la luz, distingue la envoltura de su alma gemela.

- Tengo que verlo - Afrodita estaba con un corazón latiente. Sus manos temblorosas acariciaron el enorme capullo donde dormía su amado. Lo tomó y lo puso en el sillón de descanzo. Pero él todavia seguía dormido. Entonces se escuchó el ruido de alguien acercarse.

Afrodita presurosa corrió a dejar a su amado donde lo encontró pero al dejarlo escuchó un golpe proveniente del caparazón. Dio unos pasos atrás.

Dos golpes más. Y Afrodita retrocedió. ¿Qué estaba pasando?...se preguntó.

De pronto el cascarón comenzó a quebrarse. Afrodita asustada vio con curiosidad desde una esquina. En ese momento, se rompió toda la envoltura y un ser fornido de ojos temerarios y brillantes relucía entre la penumbra.

Afrodita se asustó. En sus ojos se iluminaron dos ojos centelleantes y una figura esbelta con la cabeza en forma de..dos cuernos. Inmediatamente se dio vuelta y corrió por los pasadizos hasta encontrar un escondite. Mientras, detrás de ella, la perseguía Ares, con paso firme como el de un ejército y con mirada de un cazador a su presa.

 Mientras, detrás de ella, la perseguía Ares, con paso firme como el de un ejército y con mirada de un cazador a su presa

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- Ese monstruo me va comer - pensó horrorizada Afrodita. Ella no lo reconocía. Nunca lo había visto así.

Entonces se escondió encerrándose en la guarida del guardían. En ese momento Afrodita se dio cuenta que ella podía ver a través de las paredes.

Se mantuvo quieta sin hacer ruido. Y observó el paso de Ares. Quien ya la había visto. Ambos fueron creados de un mismo núcleo. Así que ambos tenían las mismas habilidades.

Ares se detuvo justo frente a la guarida; observó a través de la pared a Afrodita y extendió su brazo atravezando el grueso mármol. Afrodita estaba atónita, anonadada, inmovible. Las manos de aquel ser se extendieron y rosaron con gran suavidad el rostro de la bella dama.

Al instante, ella sintió alivio...alivio que se convirtió en sueño. Cerró los ojos y sintió decaerse, en ese momento volteó a mirar por última vez a su amado y diose cuenta que de ella emanaba un brillo dorado el cual absorvía Ares y una mujer detrás de él...

¿Quién es ella? No es Afrodita. Pero se parece y lleva una corona alta y vestidos como los de ella. ¿Acaso es mi hermana?- Se preguntó Afrodita cerrando sus ojos por segunda y última vez..

Ares & Afrodita: Nacimiento ÓrficoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora