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- ¡Maldita desgraciada! - se abalanza sobre mi con fuerza. De modo que caemos de lleno al suelo, se incorpora aún sobre mi cuerpo y me da una sonora bofetada.

- ¡Ya basta! - grita Mike agarrando sus manos.

- ¡No, déjame! - forcejea, y cuando logra soltar su mano nuevamente me golpea.

Me mira furiosa y me siento frustrada por no poder hacer nada... Junto toda la saliva que poseo en mi boca y le escupo la cara.

- ¡Que asco! - limpia su rostro con las manos.

Sonrío de lado y Mike finalmente la aleja de mi.

- ¡Se está riendo de mi! - se queja - Suéltame.

- Tranquilizate. - le ordena.

- ¡Ya! - suspira y Mike la suelta.

La puerta se abre y entra Tony segido de Jace, que trae una sonrisa cínica en su rostro.

- Jace, haz lo que quieras con ella. - le dice Ashley y él asiente, obediente.

- Vámonos. - habla Mike y con Tony, salen. Pero Ashley se detiene un momento en la puerta.

- Disfrutalo, Elena. - guiña un ojo y sale dando un portazo.

- Al fin solos... - comienza a caminar hacia mi.

- Jace. - jadeo - No, no lo hagas por favor... - ruego al borde de las lágrimas.

- ¿Sabés? Tú realmente me gustas Elena. Eres hermosa y no quiero hacerte daño. - dice calmado pero se que está fingiendo.

- No lo hagas entonces - digo débilmente, esperando que se apiade de mi.

- Pero... - detiene sus pasos cuando llega a mi - Hace mucho espero este momento. - se acuclilla.

- No... - mi voz sale en un susurro ronco e inestable.

- Si coperas te aseguro que te agradará. - habla muy cerca de mi rostro y su olor nauseabundo de alcohol y tabaco, me repugna.

Alejo mi rostro de él, pero me toma la nuca.

- No te pongas rebelde, no quiero hacerte daño.

Me tira al suelo repentinamente de un empujon y sube arriba de mi. Mis ojos dejan de contener las lágrimas y las dejan ir sin más.

- ¡Suéltame! - grito y trato de alejarme, pero es inútil.

Me muevo debajo suyo pero su peso es demasiado, no puedo alejarme. Los nervios aumentan sin embargo sigo luchando, no puedo darme por vencida.

Afuera se escucha un sonido fuerte como el de un disparo y pongo mis sentidos en alerta.

- ¿O - oíste eso? - digo para poder distraerlo.

- No. - responde tajante y sus asquerosos labios descienden por mi cuello.

- ¡Quítate! - lloriqueo cuando su barba incipiente me pincha.

- Deja de luchar. - advierte, pero no le temo en absoluto.

- ¡AYUDA! - grito desesperada.

Él suelta una carcajada y me ve sonriente.

- Grita todo lo que quieras aquí, nadie te va a ayudar. Ahora me temo que tendré que desatar tus pies. Si llegas a hacer algo tonto... - levanta un dedo.

- No, no lo haré. - me apresuro a decir más calmada.

- Buena chica. - besa mi mentón y procede a desatarme los pies.

Cuando mis piernas son liberadas le sonrío coqueta. Se acerca a mi nuevamente y pateo con todas las fuerzas que poseo, su entrepierna.

El Chico De Las Notas | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora