El Chico De Las Notas | Harry Styles

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Ayudamos a mi tía con Jony y Aiden, a poner la mesa. Después de que todo está prácticamente listo el timbre suena. 

Me levanto de un salto de la silla y voy a abrir la puerta. 

Suspiro y pongo mi mejor sonrisa para recibir a Harry. Abro la puerta y allí está él, tan hermoso al igual que siempre. Trae puesto unos jeans negros, sus zapatos del mismo color. Y una camisa blanca con los primeros botones desprendidos. Todo eso acompañado con su perfecta sonrisa, es la combinación perfecta. Trae una mano tras su espalda y frunzo el ceño. 

- ¿Te dije lo hermosa que eres? - pregunta y siento mis mejillas arder. 

- ¿Y yo alguna vez te lo he dicho? - pregunto en un arranque de valentía. 

- No, nunca. - niega. 

- Bueno, eres hermoso Harry Styles. 

- Y me traes loca. - dice. 

- ¿Qué? 

- Te falto esa parte. - trata de reprimir una sonrisa. 

- Eres hermoso Harry Styles y me traes loca. - digo y sonríe. 

- Tú también Elena. - besa mi mejilla y saca su mano dejando a la vista un perfecto ramo de rosas. 

- ¡Que lindas! - chillo emocionada. 

- Una flor para otra flor. - dice caballerosamente 

- ¡Hey! Deja de ser tan original. - lo reprendo y entramos a la casa.

- Buenas noches... - dice formalmente. 

- Buenas noches. - sonríe mi tía. 

- ¡Harry! - Aiden le da un suave empujón - ¿Qué hay? 

- ¿Qué tal, Aiden? - pregunta haciendo una mueca al verlo. 

Me mira inquisitivo y da unos pasos hasta quedar en un rincón de la sala, y voy tras él.

- No me dijiste que vendría. - inclina la cabeza. 

- No lo sabía - levanto los hombros, sin tomarle demasiada importancia.

- No porque lo haya llamado en un momento necesario. Implica que ya seamos mejores amigos. 

- ¿Qué tiene de malo? Aiden es buena onda. 

- ¿Buena onda? - levanta una ceja. 

- Claro. 

- Sigue sin caerme bien. 

- Es mi amigo y quiero que lo trates bien, por favor. - añado. 

- Okey, okey. - alza las manos - ¿Puedo pasar al baño? - pregunta y lo noto... ¿nervioso? 

Le indico donde está y va apresurado. Me encojo de hombros restándole importancia, tal vez se sienta mal. 

Me acerco a Aiden quien tiene el ceño fruncido y sus brazos cruzados. 

- ¿Está todo bien? - me mira y niega. 

- Creo que a Harry sigo sin agradarle. 

- ¿Qué? Claro que no... - trato de sonar convincente. 

- ¿Por qué se alejo de mi entonces? Seguro te dijo algo. - entre cierra los ojos. 

- No me dijo nada, y tú eres mi amigo no importa lo que piense él. - chasqueo la lengua. 

- Tienes razón, pero aún así... Si algún día llega a hacerte sufrir se las verá conmigo. - advierte - Aún tengo ganas de patearle el trasero al imbécil de Harry.