Capítulo 1.

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¿Advertencia?

Desperté con el ánimo por el suelo. Volví a soñar con él. A decir verdad no son sueños, son recuerdos y los llevo teniendo hace unos cuantas semanas.
Me duele, me duele muchísimo todo. Ni en sueños deja de doler. Cada momento que pasamos juntos, sea bueno o malo, me duele.
Amo a Cameron, es la persona perfecta para mi, sin embargo no puedo evitar sentir ese amor de amigos que sentí siempre por él. Intente durante mucho tiempo enamorarme de él, aún lo intento, pero es inútil.

Nadie elige de quién enamorarse.

-Buenos días, hermosa. -susurra abrazándome por detrás y besando mi mejilla. Volteo en la cama y quedo frente a él.- ¿Cómo haces para ser tan hermosa siempre?
-Ya. -río y le doy un corto beso en los labios.
Sus manos acarician lentamente mi cuerpo desnudo mientras me acerca más a él para besarme.
-Debes ir a la Universidad. -susurro cortando el beso, contra mi voluntad.
La verdad es que, a pesar de los sentimientos no correspondidos, Cameron es un Dios en la cama y no puedo resistirme a él. Siempre hubo una cierta tensión sexual entre nosotros y creo que eso es lo que nos mantiene juntos.
-Ya la odio. -gruñe y se separa de mi, no sin antes morder levemente mi labio inferior en señal de "esto no termina aquí". Se levanta y va hacia el baño. Segundos después escucho el agua de la ducha golpear en el suelo.
Me siento en la cama y me estiro un poco para luego colocarme la bata del pijama y levantarme a hacer el desayuno mientras Cameron se baña. Preparo café y saco la tarta de frutillas que hice anoche para Cam. La dejo sobre la mesa y sirvo las dos tazas con café y dos vasos con agua. También los dejo sobre la mesa.
-Eres la mejor novia que existe.
-Mierda. -chillo asustada.- ¡Deja de hacer eso!
-Claro que no, es divertido. -ríe mientras toma mi cintura y se acerca a mis labios.
Me besa algo rudo, como solemos hacerlo, y mete sus manos por dentro de la bata para acariciar mi estómago.
-¿Sigues desnuda? -pregunta alejándose mientras baja sus labios a mi cuello. Asiento.
-Cameron...
-Ya, ya. -ríe y me da un corto beso. Se sienta en la mesa y le da un sorbo a su café.-Sabes que te amo, ¿verdad?
-Claro. Desayuna que vas tarde. -digo y voy a la habitación para buscar ropa y bañarme. Cuando salgo él ya no está en la casa.
Nuestra vida es básicame sexo, lo hacemos la mayor parte del tiempo libre que tenemos. Él estudia y yo trabajo en la cafetería y luego no hacemos nada mas que mirar series o peliculas. Él es muy celoso así que no puedo salir a clubes con las únicas dos amigas que tengo, a penas si podemos ir al cine o a tomar algo sin Cameron pero está bien. Entiendo su inseguridad teniendo en cuenta que él sabe que no me he olvidado de Bradley aunque yo lo niegue.
Hemos tenido infinidades de peleas sobre él u otros hombres que "me miran mucho" aunque todas terminan en lo mismo; sexo de reconciliación.

Salgo del edificio con mi coche y voy hacia la cafetería, que queda a una hora de mi apartamento gracias al maldito tráfico de las mañanas. Para empeorar todo, llueve como si nunca lo hubiera hecho. Como voy tarde, no hay tantos autos como de costumbre aunque si los hay. Coloco la luz de giro y giro el volante para doblar cuando siento un estruendo y un fuerte dolor en mi cabeza, seguido de la bolsa de aire sobre mi rostro. Quito mi cinturón de seguridad y bajo del auto como puedo.
-Por Dios, ¿estás bien? Lo siento, en serio lo siento. -dice alguien desesperado mientras me ayuda a mantenerme parada. Cierro los ojos fuertemente al reconocer esa voz y evito mirarlo ya que, al parecer, no se dio cuenta de quién soy.
-Estoy bien, sueltame. -murmuro y veo a la gente viniendo hacia nosotros. No levanto la cabeza en ningún momento mientras me alejo de él y voy a ver el coche.
-Maldita sea. -Toco mi frente y veo sangre.
-¿A-Amber? -tartamudea y suspiro antes de levantar la mirada y mirarlo. Siento como mis ojos se llenan de lágrimas pero no voy a dejar que salgan. Se ve mucho mas guapo que antes, sus rizos algo largos caen en su frente, está mucho mas alto de lo que recordaba y se nota que ha estado en el gimnasio. Me mareo y siento que voy a caer cuando sus fuertes brazos me toman y me colocan dentro de su coche. Corre al mio y lo cierra bien, para luego regresar y poner el auto en marcha hacia quién sabe donde.
-¿Dónde me llevas? Déjame aquí.
-Estás sangrando, iremos al hospital.
-No quiero ir a ningún lado contigo, para el auto.
-No.
-Bradley.
-¡No! -grita y acelera.
Cierro mi boca para no insultarlo. Va por las calles tan rápido que me da miedo.
-Baja la velocidad. -digo seca y el auto frena de repente. Él baja y segundos después abre mi puerta. Intenta volver a tomarme en brazos pero salgo del auto evitando que me toque.
-No seas infantil, deja que te lleve. -murmura y niego.
-Ya puedes irte.
-No lo haré. -toma su móvil y marca. Le avisa a alguien que tuvo un accidente, que cancele la junta y cuelga.-Hemos tenido un accidente y se ha golpeado la cabeza. -le dice a la recepcionista.
Esta llama a alguien y pronto viene una enfermera y me guía hacia un consultorio donde me curan y suturan el corte que tengo en la frente. Me revisan para descartar cualquier otro golpe y, luego de recetarme unos antibióticos y llenar unas planillas, me envían a casa. Todo esto con él a mi lado. No se aleja y de ve muy nervioso.
-Tu auto ya está en reparación, deja que te lleve a tu casa para saber donde enviarlo luego.
-No hacia falta, tengo dinero. Dime la dirección y lo iré a buscar, no debes llevarme a ningún lado.
-Quiero hacerlo. Además ya lo pagué, no puedes hacer nada.
-Yo no quiero. Tomaré un taxi.
-salgo del hospital y camino en busca de un taxi con él persiguiendome.
-Vamos. -insiste.
-He dicho que no. Deja de insistir, Bradley.
-Vamos, Amber, deja de actuar como una niña. Te llevaré quieras o no. -dice tomando mi brazo algo fuerte.
-Me estás lastimando. -murmuro mirándolo a los ojos por primera vez luego de tres años. Sostiene la mirada y siento como me vuelvo a romper Por dentro. Los sentimientos me abruman pero no quiero que me vea vulnerable.
-Por favor... -ruega sin dejar de mirar mis ojos. Esos hermosos ojos siempre fueron mi debilidad. Bufo y subo a su auto.- Gracias.
-Cállate.
-Bien, sólo dime dónde debo dejarte.
- ¿Sabes llegar a Harvard?
-Conozco esta cuidad mucho mas de lo que crees. -contesta poniendo en marcha el coche.-Ponte el cinturón.
-No.
-No seas niña, ya has actuado así demasiado tiempo.
-Oh bien, ahora yo tengo la culpa de todo. -contesto a la defensiva.
-Yo no he dicho eso.
- ¿Entonces? -él suspira y niega.
-Es inútil hablar contigo, de una u otra forma no me creerás.
-Por supuesto que no te creeré. -él bufa y no dice nada más durante el viaje.
-Harvard. ¿Ahora?
-Ahora me bajo de este maldito auto y tu sigues con tu maldita vida, ignorando completamente que nos volvimos a ver como pienso hacer yo. -sonrío falsamente e intento abrir la puerta.
-No te vayas. -coloca su mano sobre la mia para quitarla de la puerta.- Por favor, no te vayas otra vez.
-Sueltame. -musito incómoda por su tacto.
-Mírame... Por favor, no haré nada. Sólo necesito estar contigo un poco más.
-No quiero que sepas donde vivo, Bradley. No te quiero en mi vida otra vez. -aprieta los labios y quita el seguro de la puerta.
-Sólo... ¿Es verdad que estás con Cameron? -pregunta, sostengo la mirada en sus ojos, respondiendo con ellos. Sus ojos se llenan de lágrimas y abre la puerta.
-Adiós, Bradley. -salgo del auto y me alejo.
Dejo de esforzarme por no llorar y camino hacia mi apartamento, que queda a unas cuantas calles. Siento opresión en mi pecho. Duele.
¿Por qué él? ¿Por qué no me pude encontrar con otra persona?
La vida me odia.
Lo peor de todo esto es que confirmé lo que menos quiero... Sigo enamorada de él.
Estoy comenzando a pensar que esos sueños fueron una especie de... Advertencia.


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All the love, Sabrina

Risk It All: Too Late || Bradley SimpsonWhere stories live. Discover now