Capítulo 2.

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Imposible.

- ¡Hola! Soy Katherine, en este momento no estoy disponible pero con mucho gusto escucharé tu mensaje así que... Deja uno. -escuché por quinta vez.
-Hey Kath, soy Amber. Quería avisarte que tuve un accidente camino a la cafetería. No te preocupes estoy bien, sólo debo descansar unos días y tomar lo que me han dado. Bueno... Uhmm... Cuando puedas llámame. Adiós. -cuelgo y dejo mi teléfono sobre la mesa de noche. Cierro los ojos para intentar dormir un poco pero eso queda en segundo plano cuando él aparece en mi cabeza. Cada segundo que pasé con él, cada lugar donde me tocó, cada palabra que dijo y cada gesto que hizo aparecieron en mi mente para torturarme.
Han pasado tres años sin vernos y sentí lo mismo que sentía antes que todo se arruinada. Mi corazón latiendo fuerte, el deseo de besarlo hasta que nos sangren los labios, todo. Mi amor por él sigue totalmente intacto.
- ¿Qué haces aquí? -su voz me saca de mis pensamientos.- ¿Qué te sucedió en la cabeza? -la expresión de su rostro pasa de confusión a desesperación y es cuando se altera.
-Cam.
-¿Estás bien?
-Cameron.
-Maldita sea dime qué sucedió, Amber.
-¡Déjame hablar! -levanto la voz y entonces se calla.-He tenido un accidente de camino al trabajo, me han curado y me han dado unas pastillas, estoy bien.
- ¿Aunque sea te asistió el imbécil que te chocó? -dice más calmado ahora.
- Si, él me llevó al hospital y todo.
-Bien. ¿Te duele?
-Un poco, no es nada grave, sólo debo hacer reposo y tomar las pastillas. -contesto- Se me ha pasado llamarte, lo siento. -murmuro y estiro mis brazos para que me abrace.
-No importa, entiendo. -pasa sus brazos por debajo de los míos y me abraza- Te amo. -me aferro más a él al no poder contestarle lo mismo.
Lo suelto y me recuesto dejándole espacio a él para que se coloque a mi lado. Se coloca detrás de mi y pasa su brazo por mi cintura a la vez que besa mi cabeza. Cierro los ojos e intento dormir.

[...]

El molesto sonido de la alarma del trabajo me despierta. Cameron ya no está aquí. Me siento en la cama y sobo mis ojos para intentar desperezarme.
- ¿Cameron? -hablo mientras camino por el pasillo.
Paso por la sala de camino a la cocina y no está en ninguno de los dos lugares.
Probablemente esté en la Universidad.
Tomo la jarra de agua del refrigerador y sirvo un poco en un vaso, para luego tomarla junto a la píldora.
Me tiro en el sillón y enciendo la tv para buscar algo que ver. Fox está pasando un maratón de los Simpson así que miro eso. Mi móvil suena y el número de un desconocido llamando aparece en la pantalla. Dudo en atender pero finalmente lo hago.
- ¿Hola?
-Tu auto ya está listo y estacionado en la puerta de tu edificio. Realmente lo siento, no estoy acostumbrado a manejar aquí y no te vi. Tampoco te asustes ni nada de eso porque se tu dirección, tu bolso estaba dentro del auto y vi la dirección en tu cartera al igual que tu número. Me encantaría que me dejes explicarte lo que sucedió hace tres años, sólo para dejar las cosas en claro pero si no quieres está bien.
Probablemente ya te hayas olvidado de lo que tuvimos y está bien, me alegro que todo en tu vida este bien. Este es mi número, puedes pedirme lo que sea cuando sea.
-No cuelgues, Bradley... Sube. -susurro sin pensar. Para cuando me doy cuenta él ya está tocando mi puerta. Suspiro y le abro con las manos temblorosas. Su perfecto y marcado traje negro es lo primero que veo al abrir.
Me corro a un lado para que pase y cuando lo hace cierro. Cuando lo miro él me está mirando fijamente y no el rostro. Miro mi ropa y cierro rápidamente la bata de la lencería negra de encaje que uso para dormir.
-Lo siento yo no...
-Siéntate, iré a cambiarme. -él asiente y casi corro a mi habitación. Tomo un short y una camiseta vieja que es lo primero que encuentro y regreso.
-Eh... ¿Quieres algo de tomar o...?
-Estoy bien así. -interrumpe.
-Bien. -me siento en el mismo sillón que él y apago la televisión. -Entonces...
-Yo te amé, Amber. -soltó de la nada.- Te amé como jamás imaginé y después de todo este tiempo lo sigo haciendo. Te busqué y te busqué por todos los lugares que se te ocurran. Lo que sucedió con ella... No significó nada para mi. Yo odiaba estar con ella, el simple hecho de tocar a otra mujer que no seas tú me daba asco pero tuve que hacerlo. Christoffer prácticamente me obligó a estar con ella.
Resulta que su padre es uno de los socios más ricos y poderosos de mi padre, en ese momento mi padre buscaba gente poderosa que invierta en nuestra compañía y no se le ocurrió ninguna idea más brillante que cumplirle el capricho que la niña rica tenía conmigo para que su padre nos apoye. La rechacé desde que éramos niños y ella seguía insistiendo. Hay cosas que tu no sabes y te prometo que pronto lo sabrás, si quieres por supuesto, pero sólo te pido que confíes en mi y no vuelvas a desaparecer.
Amber tu eres la razón de que yo esté haciéndome cargo de esa maldita compañía. Ahora soy el empresario más joven en tener tanto poder y riquezas y es todo por ti. Porque siempre odié el mundo de los negocios y no pretendía hacerme cargo pero siendo quien soy ahora tengo más recursos para encontrar lo que quiero. Y tu eres lo que quiero y siempre querré. -siento las lágrimas correr por mis mejillas. Él se acerca y las quita. Una batalla entre mi corazón y me cerebro. Mi corazón me dice que le crea y lo cerebro me dice que corra lejos de él.
-Siento... No haber dejado que me digas todo esto antes, Bradley. Pero a pesar de eso no podemos volver a estar juntos. Tu cambiaste, yo cambié. Ambos maduramos y es totalmente imposible que algo pase entre nosotros. Eres mi hermanastro.
En ese momento éramos tan solo dos adolescentes enamorados. Ya somos adultos y debemos aceptar las cosas como son. Yo... Tengo una vida aquí, tengo mi trabajo, mis amigas, a Cameron...
- ¿Aún me amas? -vuelve a interrumpir y siento como si me hubieran tirado un bote de agua helada.- Contéstame. Dime que no y me iré.
-Yo... -hago silencio, incapaz de decir aquellas palabras que tanto desearía pronunciar.
-Dime que ya no sientes nada cuando me miras. Dime que no sentiste nada cuando nos vimos después de tanto tiempo. -se acerca más a mi, casi pegando nuestros cuerpos.- Puedo sentir tu respiración acelerada, al igual que tu corazón. -coloca su mano sobre mi pecho.- Dime que no te mueres porque te arranque toda esa ropa en este momento y te haga mía.-dice rozando sus labios con los míos al hablar. Mi cuerpo reacciona ante su voz tan seductora e intento resistir pero no lo logro. Pongo mis manos en su cuello y lo acerco completamente a mi, besándolo. Pongo mis piernas alrededor de su cuerpo mientras él me acaricia. Estamos desesperados por sentirnos el uno al otro.


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All the love, Sabrina

Risk It All: Too Late || Bradley SimpsonWhere stories live. Discover now