Capítulo 5.

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Ira

Despierto gracias a las cosquillas que me producen las suaves manos que se mueven por mi costado derecho. No hago nada, finjo estar dormida porque sé que, si abro los ojos, tendremos que hablar y toda ésta tranquilidad que siento se irá a la basura.
Siento como deposita besos húmedos por mi cuerpo hasta llegar a mi cuello.
-Sé que estás despierta. -murmura con esa ronca voz de recién levantado.
-Lo sé. -susurro y sigo disfrutando de los besos en mi cuello.
Sube sus labios por mi mentón hasta llegar a mis labios y es cuando abro los ojos.
-Te extraño. -susurra-Extraño tus labios, tu cuerpo, ver tu perfecto rostro cada día, hacerte enojar y besarte más. Extraño todo de ti. - dice rozando sus labios con los míos al hablar. Entonces corta la escasa distancia que separaba nuestros labios y me besa. Me besa con lentitud y delicadeza, como si fueran a romperse en mil pedazos en cualquier momento.
-Te recuperaré, no importa lo que tenga que sacrificar para hacerlo.
No digo nada, no puedo, no me deja tampoco.
Finalmente, sus labios dejan los míos y se levanta de la cama. Sólo lleva un boxer, aunque eso es más de lo que yo llevo. Repito su acción y busco mi ropa bajo su atenta mirada.
-No me mires así. -murmuro al ver como me mira con intensidad.
-Así ¿Cómo?
-Como lo haces ahora. Estás viendo mi trasero en este momento. -digo mientras me coloco mis bragas, dándole la espalda.
-No es mi culpa que seas tan sexy.
-Es tu culpa no saber controlarte. Oh mira, Bradley Junior ya despertó. -rio. Sus ojos se entrecierran y de acerca a mi lentamente.
-Oh no, oh no no no. -digo camino hacia atrás en cada paso que da.
-Oh si. -susurra y me acorrala contra una pared.
-Ya, en serio. Debo regresar. Ni siquiera sé qué hora es.
-Son la una de la tarde.
-¿Qué? Oh por Dios. -intento escapar de sus brazos pero es inútil intentarlo-Vamos, debo irme.
-Dame un beso. -sonríe.
-Ya te he dado muchos. -musito con esa misma sonrisa en mi cara.
-No me has dado ninguno hasta ahora, todos te los he dado yo.
-Mientes. Yo te besé la última vez, hace unos años. -rio.
-¿Eres comediante o te comiste un payaso? -sonríe.-Vamos... Bésame.
-No.
-Bésame. -exige.
-No.
-Bésame, vamos. -baja lentamente sus manos y las deja sobre mi trasero. Toma los bordes de mis bragas con sus besos y comienza a bajarlas con una lentitud delirante.
-Bésame. -repite muy cerca y mi fuerza de voluntad de debilita.
-N-No lo haré.
- ¿Por qué te pones nerviosa? -pregunta en tono inocente.
Se agacha, termina de bajar mis bragas y las quita. Sus manos acarician mis piernas y una se cola por la parte interna de mis muslos.
-Bien, te besaré. -me rindo y tomo su mano. Él se levanta y abraza mi cintura, y yo acuno su rostro en mi mano para poder besarlo.
-Te amo. -murmura cuando corto el beso y lo callo con otro. Creo que de cierta manera le respondí con ese beso pero no dije nada.
Luego de ese beso me vestí y, aunque insistió para que me quedara a desayunar y a que él me lleve, me fui.
Caminé esas diez cuadras a mi apartamento pensando en qué le diría a Cameron. La culpa me carcome por dentro pero el amor que tengo por Brad se intensifica a cada momento y no puedo evitarlo.
Llego a la puerta del edificio y miro hacia mi ventana. Suelto un suspiro y subo los cuatro pisos por las escaleras. Abro la puerta de casa y, como esperaba, Cameron está caminando de un lado a otro con su celular en las manos. Me mira con los ojos llenos de furia y me intimida un poco.
-¿Dónde mierda estabas? -me grita.
-No hablaré contigo en ese estado. - murmuro y camino hacia la habitación seguida de él.
-Me estás engañando, ¿Verdad?
-Si. -suelto algo fría. Si bien está mal lo que estoy haciendo, el también me engañó en una ocasión. Larga historia.
- ¿Y lo dices tan calmada? -pregunta incrédulo.- ¿Quién es el bastardo?
-Déjame en paz, Cameron. Tú me engañaste durante bastante tiempo en mi cara y yo te perdoné, ¿Recuerdas?
-Eso es diferente, yo...
-No lo es. Es lo mismo. La única diferencia es que yo te lo estoy diciendo a penas lo hice, tú lo hiciste durante meses.
- ¿Quién es? Tengo derecho a saberlo.
-No te importa. -contesto y me meto en el baño. Él me sigue pero eso no impide que me duche.
-Dime quién es. -exige. Me coloco mi ropa interior y seguidamente una camiseta y un jean. Salgo del baño y voy a la habitación en busca de mis zapatos.
-¡Maldita sea dime quién es! -grita.
-Es Bradley, ¿Contento? -le grito. Parece calmarse por un segundo pero segundos después tengo sus manos en mi cuello, haciendo presión.
-¡Sueltame! -grito e intento quitamelo de encima pero es inútil.
-¡Te mataré antes de perderte por él! Tú eres mía. -me grita. Siento desesperación. El aire no entra a mis pulmones y comienzo a sentirme mareada. Comienzo a ver borroso y es cuando me suelta. Logro distinguir otra figura pero entonces siento el duro golpe en mi cabeza y todo de vuelve negro.

All the love, Sabrina

Risk It All: Too Late || Bradley SimpsonWhere stories live. Discover now