Sospechoso.

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-¿Qué hora es...? -susurré al notar el sol en mis ojos. Me sentía algo desorientado. Traté de hacer memoria, no tardé mucho en acordarme de la noche anterior. Miré a mi alrededor buscando a Derek, pero no lo vi. 

No estaba en su sofá, donde me había quedado dormido tras aquel magifico polvo. Supuse que en algún momento me había llevado a su cama y me había tapado. ¿Qué hora sería?

-Buenos días.- dijo Derek apareciendo de la cocina.- Duermes mucho, ¿sabes? 

-Bue... buenos días.- titubeé. Me percaté de que aunque me había llevado a la cama, seguía desnudo. Traté de taparme un poco con la sábana. Este se sonrió.- ¿Qué?

-Me hace gracia que te tapes de mí así. - me dejó un plato en la cama.- Deberías llamar a tu padre. Ha llamado dos veces. Y a Scott.

-¿Pasta para desayunar?-dijo al ver el contenido del plato.

-Son las dos de la tarde Stiles.- sonrió y dio media vuelta.

-¿¡Qué!?- Stiles se lanzó a por su móvil. Tenía dos llamadas perdidas de su padre y varios mensajes de Scott. La que le iba a caer. El Sheriff no estaba muy contento con él desde hacía un tiempo, así que no haber dormido en casa sin explicaciones le traería problemas. 

Menos mal que leyó los mensajes de Scott antes de llamar a su padre. 

"Stiles, me ha llamado tu padre diciendo que no estabas en casa. Le he dicho que dormías conmigo. ¿Dónde narices estás? Estoy preocupado, llámame"

GRACIAS SCOTT. fue lo único que pudo pensar al leerle. Llamó a su padre para tranquilizarlo y dar señales de vida, y después a Scott.

-¡Scott! Gracias hermano.

-¿Dónde has pasado la noche? ¿Estás bien?

-Sí... yo... estaba cansado anoche para conducir. -no se le ocurrió otra cosa.- Me dio dolor de cabeza y paré el Jeep hasta que se me pasara y... me quedé dormido.

-¿En serio? - parecía que no se lo creía demasiado.

-Si.-mintió una vez más.- Siento haberos preocupado. Me daba miedo conducir.

-Bueno. La próxima vez avisa. Estas muy raro.

-Sí, claro, por supuesto. Adiós.- colgó.

Se sentía fatal por tener que mentirle así, pero Derek le había dejado claro que era algo secreto, que no podía contárselo a nadie. Se dejó caer en la cama y se pasó la mano por el pelo. Había dormido muy bien. Como cuando haces deporte y te duermes agotado. Rememoró aquella sesión con Derek, había sido maravilloso. Y además no le dolía, sólo notaba una sensación extraña. 

Sonó un pitido y Derek comprobó su móvil. Mientras tanto, Stiles buscó su ropa y aprovechó para ponerse los boxers y la camiseta.

-Tengo que irme. Cierra cuando te marches. -dijo en tono serio cogiendo la cazadora.

-¿Te... te vas? -le hubiera gustado quedarse con él un rato. Aunque tal vez eso no entraba en su contrato de 'sólo sexo'.

-Si. -fue hacia la puerta y se marchó sin decir más.

Vaya. Eso había sido muy frío. Al menos para Stiles. El problema era que su supuesta relación no era siquiera una relación. Pero se había dado cuenta de que eso no era lo que le gustaba. Quería ser más cercano  a Derek, no sólo en la cama.

Devoró el plato de pasta que le había preparado. Tenía hambre, como casi siempre. Demasiadas horas sin comer... algo de comida real. Se avergonzó un poco por pensar en aquello, pero sonrió al acordarse de la noche anterior.

El lobo y el corderoWhere stories live. Discover now