H de Harry (BG.5 libro #1)

Capítulo Veintiséis

VEINTISÉIS

5 de junio, 2011

Estoy siendo retenida por lo brazos de Dexter quien murmura cuánto va extrañarme en estas dos semanas en las que no nos veremos. Es hora de volver a Liverpool, estoy ansiosa de ver a mi hijo, pero melancólica ante la idea de que no veré a Harry. También extrañaré ver al resto de los chicos quienes ahora se turnan para despedirse bromeando sobre que debería simplemente mudarme a Londres.

Lo que sí resulta inquietante y me hace desear apresurar esta despedida, son los flashes de muchas cámaras fotografiando cada momento, recordándome el nivel de fama de BG.5 y como la privacidad es algo de lo que mayormente carecen. No me gustaría exponer a mi hijo a esto.

—Conduce con cuidado —Ethan hace una pausa como si sopesara qué más decir— y no hables con extraños ni les des aventón ¿vale?

Me río por lo bajo y asiento antes de rodar los ojos.

—Podrían dejar el drama, no es la primera vez que conduzco, seré prudente —prometo—. Admito que voy a extrañarlos...

—Aww —Me interrumpe Doug.

—Estén atentos al correo de la banda y estaré hablando con Max por si necesito algún documento. Suerte y mucho éxito en la presentación del festival el sábado, háganme sentir orgullosa.

Doug acorta la distancia dándome un abrazo exagerado que me tiene riendo, tal vez cuando publiquen una de esas fotos en páginas de chismes, guarde algunas.

Cuando el menor de BG.5 me libera, me encuentro con la pequeña sonrisa de Harry, quien, al acercarse, me planta en la mejilla un beso deliberadamente lento antes de estrecharme en sus fuertes y cálidos brazos, no puedo evitar acurrucarme. Dexter hace algún comentario de burla, pero ambos lo ignoramos.

—Te voy a extrañar —susurra abrazándome con más fuerza y pegándome a su cuerpo tanto como puede—, son unos quince días, intentaré aguantar mi abstinencia de ti.

Y sé que no se refiere únicamente al sexo. Con Harry se trata de todo.

Quiero besarlo, pero soy consciente de los paparazzi y de hecho nuestro abrazo ya es demasiado prolongado, por lo que de mala gana me alejo de él y me quema la decepción en su mirada antes de que logre ocultarlo.

No le gusta que seamos un secreto, pero es paciente y lo agradezco.

—Has pasado parte de tu vida lejos de mí —Bromeo y asiente.

—Pero ahora es diferente y lo sabes.

—¿Qué tiene de diferente? —abro la puerta de mi auto y Dexter no pierde el tiempo para atajar la pregunta.

—Tiene de diferente que seguramente el bastardo ha estado en muchos lugares de ti, de seguro han hecho un montón de cochinadas.

Intento pellizcarse, sin embargo, logra esquivarlo, pero Harry lo empuja hacia mí y Dexter grita de manera exagerada cuando le pellizco el costado.

—¡Me has traicionado! —acusa a su hermano y él se encoge de hombros.

—Te lo buscaste, lo tienes muy merecido.

—Ya debo irme —Les doy otra mirada—. De verdad los escharé de menos.

—Sobre todo a Harry... —dice Dexter y sonrío hacia el mencionado.

—Sí, sobre todo a él —concedo y eso hace que me dé una sonrisa que me hace querer besarle la boca mil veces más, pero los flashes lo impiden.

Antes estaba renuente a besarlo frente a los demás, pero viendo que ellos son unidos y que son consciente de que algo pasa entre nosotros, estoy abierta a hacerle saber con acciones que no me avergüenza y que no miento sobre lo que me hace sentir.

Consigo subir al auto y converso otro poco con ellos tras encenderlo, antes de ponerme en marcha Harry se inclina hacia la ventana.

—Ah, por cierto...

—¿Sí? —pregunto a la expectativa.

—Eres mi chica —Me hace saber, alejándose del auto y dejándome en un estado aturdido, pero reacciono y salgo del lugar.

Creo que estoy sonriendo durante todo el camino.

***

No puedo explicar la manera en la que me siento al tener a Dan en mis brazos mientras sus brazos rodean mi cuello con fuerza, al parecer él también me extrañó locamente. Se niega a soltarme mientras canturrea "nani," así que con él en mis brazos saludo a mamá y a mi hermana.

—Te extrañé —Le hago saber a mi bebé, besándolo continuamente una de sus sonrojadas mejillas y eso lo tiene riendo encantado. –

—Créeme, él también te extrañó —Me dice mi hermana comiendo un pudín—. Hubo un día en el que todo lo que podía hacer era preguntar por ti y llorar, ya sabes que él está obsesionado con su "nani."

—¿Qué tal estuvo todo por Londres, cariño? —pregunta mamá haciendo una pausa del trabajo que hace en su computadora de escritorio.

—Excelente, no hice turismo, pero fue agradable, aunque...

—¿Aunque qué? —pregunta mamá sabiendo que algo pasó.

Miro a mi hijo sentado en mis piernas pareciendo extremadamente feliz y decido que no quiero hablar en este momento de Jake.

—Aunque el frío era algo con lo que lidiar —termino por decir.

Y me mira intuyo que eso no era lo que iba a decir.

—¡Amo el frío de Londres! —Nos hace saber Katherine.

—Eso es porque tú amas todo de Londres —sonríe mamá.

Mi hermana ríe mientras le da de su pudín a Dan, quien le sonríe encantado. Mi hijo ha crecido rodeado de tanto amor que Jake nunca ha hecho falta.

—No sabía que tuvieras un talento oculto, hermanita.

—¿A qué te refieres? —pregunta Katherine desconcertada.

—A los espectaculares dibujos que eres capaz de realizar.

De inmediato se sonroja y baja la mirada.

—¿De qué hablas?

—Hablo de que Harry Jefferson me enseñó un espectacular e impresionante dibujo hecho por ti. Kathe, es muy asombroso, no tenía ni idea de que tus manos pudieran hacer algo tan maravilloso.

—Solo es un pasatiempo...—finge que no le importa, pero escucho su tono vulnerable—, ya sabes que apliqué para estudiar medicina.

—Harry dijo que sería una lástima desperdiciar un talento como el tuyo y creo lo mismo.

—Como sea...

—Tienes talento —No puedo evitar repetirme.

—¿De verdad?

—Estoy muy segura, Katherine, estoy deseando ver muchos más dibujos hechos por ti.

Me sonríe con ojos brillantes y llenos de esperanzas, espero tome la decisión que más la haga feliz.

Vuelvo la atención a mi hijo cuando con sus pequeñas manos me toma el rostro, plantando un beso en mi barbilla.

—Por cierto, cariño —dice mamá y le sonrío a Dan mientras la escucho—. Hace dos días llamaron preguntando por ti y dejaron un recado.

—¿Sí? ¿Quién y que recado? —pregunto haciendo una mueca para Dan que lo tiene riendo de manera risueña.

—Humm déjame recordar —Hace una pausa—. Ah, sí, Jake. Jake Bell, dejo dicho que ya tendrían la oportunidad de hablar de algo importante para ambos.

Cada célula de mi cuerpo se tensa mientras los vellos de mi cuerpo se erizaban. No, no, no.

Abrazo fuertemente a mi hijo que se queja con un resoplido.

—Olvidaste decir algo, mamá —agrega mi hermana y la miro—. él dijo que tenías un hijo encantador, que de seguro en persona era más atractivo.

Me ordeno no entrar en pánico, pero el miedo me inunda.

Él sabe que mentí sobre el aborto, ahora sabe que tuve a mi hijo ¿Y si él quiere...?

No, no puede.