Capítulo 2

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2. ¿YiFan y yo?Eso es una locura.

La carga de conciencia era algo terrible. ZiTao no estaba acostumbrado a ello porque solía mantenerse alejado de las situaciones que podrían llevar a algo así. Se lamentaba de cosas, por supuesto, hasta hacía poco, siempre había pensado que era mejor lamentarse de lo que había hecho que de lo que no había hecho. Entonces, ¿por qué parecía que el asunto de YiFan lo perseguía?

Ni siquiera se trataba de preocupación por lo que la gente pudiera pensar. Hasta donde él sabía, nadie estaba al tanto. JongDae y JongIn se habían marchado de luna de miel, y JongDae no lo ha llamado ni dicho ni una palabra a su familia.

Había esperado angustiado a que corriera la noticia, pero al parecer iba a conseguir irse de rositas. Por suerte, al final no lo había estropeado todo en el último momento.

Así que la preocupación tenía que deberse al propio YiFan.

Durante los últimos tres días había recuperado algo más de memoria. Pero no las partes que le hubieran gustado. Si tenía que vivir sabiendo que había tenido relaciones con Wu YiFan, le hubiera gustado conservar también los recuerdos de la parte buena. Sabía que se había divertido, pero le faltaba el recuerdo de la prueba. Y eso era una lástima.

Se giró y moldeó la almohada con los puños. Dormía poco y mal, y se levantaba cansado por la mañanas y de mal humor. Y lo que era peor todavía, con una vaga sensación de frustración.

Tal vez por eso no podía liberarse de la situación: quería aquel recuerdo y su cerebro estaba decidido a escurrir todo el tequila y encontrarlo. Tal vez no se sintiera culpable, tal vez estuviera confundiendo una sensación con la otra.

Y ahora debía de estar sufriendo alucinaciones, porque escuchaba la voz de YiFan. Se incorporó. No era una alucinación, era realmente la voz de YiFan que se escuchaba desde el salón. ¿Qué diablos? Sintió una punzada de shock y se levantó de la cama a toda prisa. Antes de que cayera en la cuenta de lo absurdo de la situación, se vio en el pasillo.

La voz procedía de la televisión.

- Buenos días - LuHan estaba sentado en el sofá con una taza d café, viendo las noticias de la mañana. Ya estaba vestido u tenía la mochila en la mesita auxiliar, dispuesto a irse.

Aunque técnicamente aquella era todavía la casa de JongDae, quién se había mudado seis meses atrás, cuando salió en la prensa la noticia de su compromiso. La pequeña casa en Qingdao no podía proporcionar la intimida y la seguridad que necesitaban JongIn y JongDae. ZiTao había disfrutado de la soledad durante dos semanas, pero luego le ofreció la antigua habitación de JongDae a un amigo para tener algo de compañía.

No había funcionado del todo. Entre el trabajo de LuHan y su aventura con un tipo, de nacionalidad coreana, quién había conocido en la biblioteca, apenas estaba en casa. Era casi como volver a vivir solo.

LuHan era un adicto a las noticias: a las serias, no a las relacionados con el interés ni con los escándalos. Y la cara de YiFan llenaba llenaba ahora la pantalla mientras hablaba de algo que al parecer era anticonstitucional. LuHan escuchaba con avidez cada palabra mientras acariciaba a sus gatos, y ZiTao se preguntó si se debía a lo que decía o a la cara hermosa de YiFan.

ZiTao lamentó no haber comprado una televisión más pequeña y de peor cálida, porque la visión de YiFan en alta definición le provocó escalofríos.

Trató de apartarlo de sí y actuar con naturalidad mientras se dirigía hacia la cocina, en específico hacia la cafetera. Se movía muy despacio, matando el tiempo, pero YiFan seguía hablando. Eso no suponía ninguna sorpresa en realidad, al hombre le encaraba escucharse a sí mismo. Finalmente, no pudo seguir soportándolo y tuvo que regresar al salón.

Noches Inolvidables (Taoris)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora