Noches Inolvidables (Taoris)

Capítulo 8

Tiene drama ;-;

8. Tu sucio secreto.

En días como aquel, los ciudadanos del país tenían permiso para quejarse del tiempo. El calor cayó sobre ZiTao como un mazazo en cuanto puso el pie en el porche. La humedad era tan alta que casi podía verla en el aire.

Era la clase de día que debería pasarse sentado muy quieto con una bebida fría, pero, por supuesto, era el día en el que tenía millones de cosas por hacer.

Ir a correos, al banco, hacer los pagos en el estudio y en la galería de arte... por suerte Da regresaría dentro de dos días y se haría cargo de sus asuntos.

La frenética búsqueda de su iPad había provocado que el día no empezara de la mejor manera, pero había llamado a YiFan, le había despertado, y él lo encontró debajo del colchón. Al parecer se le había caído y había ido a parar allí. Aunque protestó, YiFan aceptó quedar con él para devolvérselo.

Tras escuchar el parte meteorológico de aquella mañana había decidido no ponerse nada de maquillaje para cubrir sus ojeras. No le habría durado. Y también se recogió el pelo en una pequeñita cola hacia arriba para dejar libre la nuca. Llevaba poca ropa, pero el sudor le caía por la espalda cuando iba de un recado a otro. Ahora llegaba un poco tarde a su cita con YiFan, pero no podía correr con aquel calor.

Cuando llegó al pequeño café de YinYan, ZiTao abrió la puerta y se quedó allí un instante disfrutando del aire frío.

YiFan estaba en la mesa de la esquina, leyendo algo en el teléfono. Él también iba vestido de acuerdo al clima, y ZiTao contuvo una sonrisa. Parecía mucho más joven y no tan serio con la camiseta gris, los pantalones cortos caqui y las zapatillas de correr. Vaya, qué bonitas pantorrillas. ¿Por qué no se había fijado antes?

- Hola - YiFan alzó la vista cuando él se acercó y apartó el teléfono -. Pareces muy acolorado.

- Allí fuera es un infierno - Tao sacó su móvil y sus llaves para dejarlo sobre la mesa y miró al camarero.

- Sí lo es. Ahora repíteme por qué he tenido que salir de casa.

- Porque todavía tengo que ir a casa de Da a regarle las plantas, hacer los pagos en el estudio y luego volver a casa de mi madre. No podía pasar también por la tuya - cuando el camarero se acercó, le pidió té helado y se sentó frente a YiFan.

- Ah,¿así que sólo querías verme? Qué romántico - bromeó él.

Pero la broma le tocó la fibra sensible. Sí tenía ganas de verle, pero al ver su rostro burlón, supo que prefería morir antes de admitírselo.

- Soy una persona organizada. Este es el momento que mejor me viene entre recados. Y necesitó el iPad porque tengo ahí toda la información de la fiesta de mi padre

YiFan se lo dejó encima de la mesa con una sonrisa.

- Tal vez no seas tan organizado después de todo.

- Bueno, si no me hubieras distraído anoche, seguramente no...

- ¿ZiTao?

Él se giro al escuchar aquella voz y se quedó paralizado.

- Jackson. Vaya, qué sorpresa - finalmente se levantó y abrazó al otro hombre -. Cuánto tiempo sin verte.

Cuando el padre de Jackson ingreso en prisión, sus ingresos se vieron drásticamente reducidos, y la familia Wang se vio obligada a mudarse a Hong Kong.