Rojo. Beso.

1.6K 317 18
                                    

Como esta ya es la segunda carta, se me hace más fácil centrarme en lo que te voy a contar.

Mi primera cita fue a los 15 con una niña bastante bonita de mi misma edad. Siempre fui todo un galán, razón por lo que era bastante raro para mis padres que no saliera con nadie. Así que a esa edad, salí con esa chica para que no pensaran nada raro. No malentiendas, no salí con ella sólo por eso, ella llamaba mi atención, sólo que no de una forma muy "WOW".

La salida fue normal, fuimos a la feria y nos divertimos mucho, sin embargo, luego de eso, no nos vimos más.

Ella se mudó a otro país a la semana de salir conmigo lo cual, para mí, fue bastante raro ya que no me había mencionado nada en nuestra cita.

18 años tenía donde, según yo, tuve mi primera cita de verdad. Me sentía demasiado nervioso y, a la vez, un tanto ansioso.

Temía que lo que había preparado no fuera suficiente. Quería causar buena impresión porque, no todos los días sales con el chico que te gusta. Por dios, escribir eso me hace parecer a una de esas niñatas con las que sale JunMyeon cada dos por tres, ew.

¿En que estaba...? ¡AH SI!

Era palpable que me encontraba nervioso. JongIn, mi hermano, se burlaba a más no poder de cómo me encontraba.

Pero no podían culparme. Si tú salieras con la persona que te gusta, ¿no estarías igual que yo?

—Es lo más probable —.  admitió en voz baja.

¡Exacto! Nadie se salva de los nervios que te da saber qué harás algo con la persona que te gusta. Aunque, aquí entre nos, Xiumin no me gustaba. Me volvía loco. Si, otra vez soy una maldita adolescente hormonada.

Me da gracia dec- escribir estas cosas porque no sé a qué edad lees esto. Y en serio, si llegaste a encontrar esto, husmeando entre mis cosas, no va a ser lindo lo que te voy a hacer, niño.

Como decía... Ese día, a pesar de mis nervios, todo salió bien. Habíamos ido a la plaza en el centro de la ciudad luego de haber tomado helados y hablamos como siempre, pero, lo que marcaba la diferencia de todas las otras veces que lo hacíamos era que, cuando llegamos a su casa, como despedida, nos besamos.

Sólo por agregar un poco de detalles, voy a decir que, como no quería irme, fue un beso lento y virgen. Debía hacer que durará porque había espero bastante para eso.

Había sido lo más feliz que me hubiera pasado en la vida en ese momento. Sentirme correspondido me ponía contento, por lo que dormí y me levante de buen humor por una semana entera. ¿Exagerado? Tal vez, pero la verdad es que así fue.

Veo que esta carta quedó más corta que la otra, seguro va a ser así, unas más largas que otras, así que no te quejes. El que avisa no traiciona, o algo así era el dicho.

Espero que no te aburran las cartas decidí hacerlo de esta forma para recordar cómo era que hablaba con Xiumin de vez en cuando, las tecnologías de ahora son un poco complicadas para mí. ¡Ve a leer la siguiente carta!



—¿Cómo aburrirme si me esta dando más curiosidad saber lo que sigue?

Letters; ChenMinWhere stories live. Discover now