Letters; ChenMin

Blanco. Final.

Llegamos a la última carta, por ende, la más larga.

Estoy seguro de que no tienes ni idea de quien soy por lo que voy a decirlo al final de la carta. Si es que con las pistas que voy a dar no te das cuenta.

En esta carta me quiero centrar en tres personas MUY importantes para mi.

Si habláramos de algo más lindo que la llegada de mis hijos, estaríamos conversando sobre la llegada de los pequeños engendros que tienen como hijos.

En 2009, cuando nació el primero, fui feliz. Creí que no iba a llegar a ver a algún nieto.

Cuando en 2011 nació el segundo, creí que iba a ser el último y que sólo iba a tener que mimar a dos.

Me di cuenta que me equivoque cuando en 2013 nació un pequeño más.

Los amo a los tres, cada uno de ellos hacen cosas que me enorgullecen.

Sin embargo, aquí entre nos, el pequeñín del 2013 es mi favorito.
Y no lo digo sólo porque este leyendo esta carta, claro que no.  Si no porque en serio es así.

Cuando falleció MinSeok, en 2012, creí que iba a entrar en una especie de depresión. Caer en cuenta de que la persona que más amé, con quien compartí casi toda mi vida a pesar de que en la época que nos conocimos era mal visto saber que dos personas del mismo sexo estaban juntas, se había ido fue desgarrador para mi.

Odiaba ver la preocupación en los ojos de tu madre cada vez que me visitaban

¡Yo quería estar con mi baozi y no preocupar a mi hija!

Sin embargo, mi destino no fue morir en ese momento. Ni tampoco meses después.

Cuando naciste, no sé porqué, me hacías acordar a él.

Es extraño que en ese momento te le parecieras siendo que ahora, 10 años después, no te le pareces en nada.

Te mime más que JunMyeon y a tu hermano. No porqué te parecieras a él de bebé. Si no, porque te volviste mi sol prácticamente.

Inconscientemente iluminaste con tu luz la gran oscuridad que me dejó la muerte de Minnie.

Cuando venías contento y me abrazabas, era una de las cosas que mejor me hacían.

Cuando me contabas, lleno de felicidad, las cosas que hacias en el jardín, hacías que me llenará de orgullo.

El motivo por el que hice estas cartas, es porque sé, claramente, que no voy a poder llegar a contarte esto personalme. Me gustaría que le mostrarás a tus padres, a tu hermano y a JunMyeon las cartas, tienen derecho a conocer mi punto de vista de la historia. Pero (siempre hay un pero) con esta carta te doy el derecho de que seas egoísta y no se la muestres a nadie si así lo quieres.

Sólo quiero agregar, que a pesar de todo, siempre te voy a querer, a todos los voy a querer.

Voy a protegerlos, desde donde sea que me encuentre, Min y yo vamos a hacerlo. Lo prometo.

Ustedes son la parte más hermosa de mi vida.

Creo que nunca me voy a arrepentir de haber ido a esa cafetería en el '68. Tampoco de haberme fijado en un hombre en vez de en una chica. Si no fuera por eso, la historia sería otra y seguro no te conocería.

Lo que más deseo, en este momento, es poder despedirme como se debe siendo que no voy a poder hacerlo cuando me este yendo.
Espero que encuentres la felicidad mi pequeño mocoso. No importa si es en un hombre, una mujer o quieres quedarte sólo viviendo con un perro. Lo único que importa es que seas feliz.
A pesar de que quiero despedirme bien, no encuentro una forma de hacerlo, siempre odie despedirme. Asi que no se si esto esta bien decirlo.

Te voy a dar un último consejo: vive la vida como se te dé la gana. Nunca sabes lo que te va a pasar. Diviértete, ama, llora, sonríe, ríe y un montón de cosas más, sólo prometeme que vas a cuidar todo lo que haces. Eso solo.

Es mejor que termine esto de una vez por todas, repito, cuidate. Cuidate mucho, SeHun.

Te ama, el abuelo JongDae.