Segunda Temporada - Capítulo 14

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Después de haber servido la comida Alonso fue hablarle a su familia para que vinieran a comer. Todos comenzaron a sentarse en sus respectivos lugares.

Durante toda la comida fueron risas, anécdotas sobre lo que habían hecho durante todo este tiempo, la forma en que Columba y Martíno se conocieron, entre muchas otras cosas. Pero lamentablemente el tiempo se acaba así que cuando dio la noche todos se fueron, Columba se llevo al pequeño Alonso, solo Alonso fue el único que no se fue.

─ ¿Ahora si podemos hablar?

─ Estoy muy cansada. - dije.

─ Entonces, ¿Es uno? – Asentí – Bien – sonrió.

Una tormenta comenzó.

─ Es hora de irme – tomo las llaves de su auto.

Lo acompañe a la puerta, y en eso la luz se fue, tuve mucho miedo así que lo abrace y él me abrazo.

─ ¿Tienes miedo?

─ Si – dije – He vivido todo este tiempo sola, nunca se había ido la luz y ahora tengo miedo.

─ ¿Quieres que me quede?

─ ¿Lo harías?

─ Por ti haría cualquier cosa.

No dije nada más y solo sonreí.

Me recargue sobre su pecho por un tiempo, alce la mirada y no podía parar de mirarlo y ver lo lindo que era. "____ no debes de crearte ilusiones. Él ya tiene una familia hecha, ¿No la querrás echar a perder? ¡Por supuesto que no! ¿Por qué yo no he visto a su esposa? ¿Estará de viaje? Ya deja de hacer esas preguntas ___" – pensé – ¿Te quieres sentar?

─ ¿No vas a ir a dormir?

─ Oh... no, aún no tengo sueño.

─ Vayamos a sentarnos.

─ Sí – respondí.

Intente separarme de él para poder ir a sentarnos pero no me soltó, caminamos así como podíamos haciendo que cayera al suelo lastimándome la rodilla.

─ ¿Estás bien? ¿Te paso algo? ¿Te encuentras bien? ¿Llamo a un doctor?

─ Me duele mucho mi rodilla – me queje – No te preocupes mucho – dije. Intente levantarme pero no pude, realmente dolía mucho mi pierna.

─ Como no quieres que me preocupe si por mi culpa caíste y te pegaste en la rodilla. Vamos al doctor.

─ ¡No!

─ ¿Por qué no?

─ Estoy bien Alonso.

─ ¿Segura?

─ Sí...

─ Te llevaré al doctor quieras o no.

Alonso me cargo en sus brazos y salimos aun con la lluvia tan fuerte que caía. Cerré la puerta como pude y subimos al auto.

*Ya en el hospital*

─ Vaya que se preocupa mucho por su esposa.

─ Oh n... - intente negar pero fui interrumpida por Alonso.

─ Si, la amo demasiado y me preocupo mucho por ella. Quiero que mi esposa y mi hijo se encuentren bien.

─ Vaya – dijo el doctor – Ojalá hubiera más esposos como usted, si hubiera sido otro lo hubiera dejado pasar sin venir a una revisión.

─ Lo sé.

─ Afortunadamente su esposa no sufrió ningún tipo de fractura, pero como verá su pierna esta algo inflamada así que no podrá ir a trabajar hasta el lunes. Le daré un justificante medico. Ahora vuelvo – el doctor salió del cuarto.

─ ¿Por qué dijiste que era tu esposa?

─...

"La Niñera" Alonso Villalpando y Tú.Où les histoires vivent. Découvrez maintenant