"La Niñera" Alonso Villalpando y Tú.

Segunda Temporada - Capítulo 15

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─ ¿Por qué dijiste que era tu esposa?

─ Pues porque lo eres.

─ ¡Mentira! Tú ya tienes una esposa y un hijo y yo no quiero arruinar tu familia, así que es mejor que ya no nos veamos más, solo será por el pequeño Alonso, pero nada más.

─ ¿Pero qué dices?

─ Es la verdad. Es mejor dejar todo aquí y fingir que nada paso entre nosotros – me levante de la cama del hospital. Abrí la puerta y justo el doctor estaba de pie frente a mí – Disculpe – dije. Tome el justificante y salí. Camine hacia el lado derecho, tenía miedo ya que era muy noche y aún seguía lloviendo.

─ ¡_____ espera! – Corría detrás de _____ - ¿Por qué vas por aquel lado di el auto esta por acá? – apunto hacia el lado izquierdo.

─ ¡No me iré contigo! – Grite – Prefiero caminar y ya no volver a verte nunca más.

─ ¿Eso es realmente lo que quieres? – pregunto gritándome.

─ ¡No! – "¿Pero qué estas gritando ____? ¡Di que sí!"

─ Tú misma te contradices – se cruzo de brazos - ¿Entonces no vendrás?

Dejé de caminar y me pare como un saldado, firme y con la cabeza en alto, lo que provoco que cayera al suelo debido a la forma en que me pare.

Alonso corrió hacia _____ mientras ella se tocaba la rodilla.

─ ¿Estás bien? – Se puso de rodillas – ¡Ya ves lo que pasa por no hacerme caso!

No dije nada y solo lo mire por un momento, pero el dolor en mi rodilla volvió.

─ Ven – se puso de pie frente a mí y me ofreció su mano para ayudarme a levantar.

"¿Debería regresar?" – Pensaba - "Toma en cuenta que estás sola en medio de un hospital, es casi media noche y estás sola. ¿Qué tal si se me aparece un fantasma?"

Tome la mano de Alonso, me levanté y caminamos hacia el auto. El abrió la puerta del copiloto y subí, cerró la puerta y paso por frente del auto para subir.

*Al llegar a casa*

Entramos a mi casa y para mi mala suerte la electricidad aún no llegaba, yo no iba a ser capaz de subir a mi recamara sola, así que me llevo a mi recamara, me recosté en ella y el se sentó en la silla que se encontraba al lado de mi cama.

─ Gracias.

Alonso no me dijo nada, lo veía y parecía molesto.

─ Lamento haberme ido por el otro lado cuando debí haberme ido por tu lado.

─ ¿Y por qué no lo hiciste hace 5 años?

─ ¿A qué te refieres?