Living In Patria ✧ Shawn M.

Capítulo veinte:

VEINTE

—Bueno y... ¿Qué hiciste después de clases? —Preguntó luego de varios minutos en el camino.

—Fueron solo cuatro horas...

—Pero igual, en cuatro horas se hace mucho.

—Shawn, la mitad de ese tiempo me la gasto en comer y la otra en dormir.

Aunque un 30% de las cuatro horas la gaste buscando que ponerme.

De algo me arrepiento aquí y es de que Karla viviera en San Diego. Y por la alta peligrosidad de esta buseta que Shawn me hizo agarrar. Creo que vi al Brayan y al Yonaiker mirarme el culo.

Finalmente, cuando llegamos a casa de Karla y me conecté al WiFi automáticamente (ya desde hace años que tengo la clave) me llegó un mensaje de ella.

Karla
Chamaaaa mejor ya no vengan, tuve que salir con mi mamá 😊 espero que leas esto bb

Yo
MIRA MAMAGUEVA COMO TE ATREVES RSTOY AFUERA DE TU CASA TR VOY A CAER A COÑAZOS CUNDO TE VEA
P

ARA NADA VINE CON SHAWN EN JN AUTOBÚS LLENO E MALANDROS COMO TR ENCANTA JODER

Miré a Shawn quien después de haber tocado el timbre estaba impaciente frente a la reja. Este pendejo.

No, Luke es el pendejo.

—Shawn, no hay nadie.

—¿Entonces qué hacemos aquí?

—No sé, pero te apuesto a que tienes un mensaje de Karla de hace diez minutos diciendo que no está.

—Y tú juras que voy a sacar mi teléfono en un autobús lleno de malandros, ¿por qué no sacas tú el tuyo?

—¿El mío? Mira mi niño pa que yo saque esa vaina en público tienes que jalarme bolas primero.

—¿Qué pretendías entonces si ninguno quería sacar el teléfono? Yo tengo un iPhone y tú un Samsung y dudo que haya diferencia.

—Olvidemos esto, hagamos que nos encontramos por casualidad en San Diego y nada pasó... ¡Shawn! Qué sorpresa verte por aquí.

—Tu estupidez es estúpida pero a la vez atractiva.

Sonreí y me di la vuelta para volver a la parada.

—¿Y ahora para donde te vas?

—Pa mi casa, ya son las cinco y mi mamá me va a joder.

—Dijiste que ella sale a las seis del trabajo.

—Y me voy a ir con ella así que son como treinta minutos en taxi con el tráfico a esta hora, cuarenta si no te mueves.

Después de eso lo escuché arrastrar los pasos detrás de mí.

Veintiséis minutos en taxi y estábamos afuera de Torre Venezuela.

—Tú ya te vas, me imagino —Dije deteniéndome en la reja.

—Reza para que no me roben de aquí a allá.

Reí a medias. —Claro... que buena manera de gastar una hora y media.

—Y fue culpa tuya —Intentó picarme.

—Ajá —Sonreí—. Anda vete pues, se va a poner oscuro y después también voy a ser la culpable de que te roben.

Sonrió de vuelta. —Dale pues. Nos vemos el lunes.

Asentí y cada uno se fue por su lado.

Un argo fin de semana.

【 ─── .•° 🇻🇪 °•. ─── 】

14 de febrero 🌹

—Mariangélica hazme el favor y quita esa cara y sonrisa de mongólica.

—Es catorce de febrero y justo nos toca psicología —Seguí sonriendo—. ¿Y si...

—Mierda, carajita, si hubiera sabido que te ibas a poner así mejor ni los shippeaba.

—Que rabia, ¿en serio me tengo que ir del país?

—Yo te dije que te fueras pa Caracas conmigo pero no, tus respuestas negativas siempre.

Hice una mueca y recobre la compostura.

—Reza más bien porque no se le declare a otra carajita, es hecho el pendejo, qué sabes tú.

Reí y negué con la cabeza.

—Sabes como es Shawn.

—Zayn pudo guardarse su incomodidad en One Direction, es que Shawn no puede ocultar chancear con otra. Ese se debe tener sus cuatro babys.

—No, yo me convierto en FBI, ya lo hubiera sabido.

—¿Por qué esperaste tanto para que te empezara a gustar?

—En ningún momento dije que Shawn me gustaba.

—No, ni casi —Dijo sarcástica y sonreí—. Fue un mes de castigo soportarte.

La semana pasada la profesora de psicología y también nuestra tutora nos había hecho agarrar un papelito con un nombre para hacer un intercambio y eso ajá.

Por desgracia me tocó Robismar, pero igual no voy a ser una coño e madre y voy a darle un chocolate... pero no es Savoy tampoco así.

Y a Shawn le tocó Diana así que no creo que me vaya a dar algo a mi.

—Tú dices una vaina y después otra... Al final, las damas de honor vamos a ser nosotras —Dijo Diana apareciendo con las demás menos Ana, la desgraciada no vino, me dio un chocolate —Toma, para que no digas que fuiste la única a la que no le di nada.

—Tú la das, y de paso Cri-cri, te amé.

—Bueno, es día de la amistad, día del amor para otros... Ya tú sabes quien —Sonrió para finalizar su indirecta.