Invasión a la fuente

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  El silencio solo da paso a la curiosidad, y la curiosidad solo muestra caminos. Depende de nosotros que camino elegir ante nuestra curiosidad...   

Capítulo 31: Invasión a la Fuente


Christopher podía observar a Paper corriendo sobre la lluvia junto a Mathew. Claramente, ambos no parecían los mismos chicos que dejó en su vecindario. Estaban tomados de las manos, y jadeaban, con rostros preocupados. Parecía que buscaban un lugar donde ocultarse.

Numerosos disparos comenzaron a enviar hacia ellos, y por suerte, no lograron alcanzarles.

Sin embargo, en un momento, Paper gritó cuando una bala impactó su brazo, y Mathew inmediatamente se detuvo. Le observó horrorizado al ver que la habían lastimado. Pero aquella expresión se transformó luego, en una mezcla de ira y venganza.

Se colocó enfrente de aquellos soldados que disparaban, levantando una mano en dirección a ellos, dijo:

—Mueran...

Alzó las manos, y en un instante después, todos los soldados cayeron mutilados y desmembrados, como si hubieran sido cortados por hojas filosas invisibles.

Un grito ahogado se escuchó en el fondo, quedando un eco sobre la mente de Christopher, incluso cuando despertó.

***

Christopher se levantó exaltado, sudoroso y con la respiración acelerada. Miró a un costado y vio que Ransell seguía durmiendo. La noche anterior se quedó dormido en la habitación de esta, pues quería compartir hasta lo último con ella. Al final, cualquiera podía morir. Se sentó en el borde de la cama, pensando: ¿Qué era lo que ocurría con Paper y Mathew? ¿Dónde estaban?

Lo que sí sabía, es que estaban siendo perseguidos.

Desde hace mucho, había pensado que su amigo estaba tan infectado como él. Pero ahora estaba seguro de ello. ¿De otra forma por qué FACTORY estaría detrás de él? Pero... ¿Y Paper? por qué la perseguían a ella. Se dio cuenta que eran las 4: 00 A.M. y solo fue al baño, para luego irse a su cuarto a dormir.

Ransell esa mañana se levantó temprano. Eran las 7:00 A.M. No encontró a su hermano en la cama como creía. Bostezó, y pensó que seguramente no había podido dormir bien, aunque era extraño. Mongol supo que la mayoría no iba a poder dormir, por lo que la noche anterior les llevó a todos, cápsulas para dormir. Necesitaba que todos estuvieran descansados. No sabrían a qué iban a enfrentarse, pese a tener todo un plan armado.

Todos, increíblemente parecían tener buen semblante, aunque no significaba que no estaban nerviosos. De hecho, esa mañana la mayoría visitó varias veces el baño, y otros no paraban de sacar algo de la cocina para comer. En el baño general, uno que estaba a un lado de la cocina y el comedor de aquel búnker, resultaba que había una salida secreta. Era una puerta endosada a la pared que, cuando Mongol colocó su mano, se vio un circuito que se iluminó, y seguido se abrió una compuerta. Esta daba a un pequeño pasillo que, a su vez, daba a la entrada al submarino.

—Activen sus trajes —avisó Mongol.

De inmediato, todos colocaron el botón sobre sus pechos, y con un único "clic", sus cuerpos fueron cubiertos por aquellos trajes de combates. Emitieron un brillo, como la de los reptiles, y algunos admiraron sus manos enguantadas.

En fila india entraron al submarino, siendo Oslo el último en cerrar la puerta. 

 

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Código Genético: El Inicio [Libro 1]Where stories live. Discover now