Colapso

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  "Una pregunta sin respuesta, es una vía desconocida en un mundo de Confusión..."  

Capítulo 32

En aquella situación estaban todos formando un círculo.

—Entiendo lo que dices, Acer —dijo Mongol, intentando tranquilizar a este—, pero somos un equipo. Christopher mencionó que no era su intención ver tus recuerdos.

—¿Y le crees? —Preguntó indignado—, siempre me ha parecido increíble que, desde que ellos llegaron —señaló incluso a Ransell, la cual le miró con una ceja alzada—, has roto todas las reglas. Les perdonas todo.

—Le creo, porque al igual que tú, ellos no controlan a la perfección sus poderes —dijo—, ¿O crees que hubiéramos requerido de su ayuda, si pudieras amplificar tu poder por sí solo? Sé que puedes hacerlo, pero todavía no estás listo para hacerlo por ti mismo.

—O sea, ¿la culpa es de él? —Cuestionó Marry, defendiéndole—. Tienes que estar bromeando, Mongol.

—Chicos, chicos —habló esta vez Oslo—, si quieren después de hoy, mátense allá afuera, pero en este momento debemos dejar las diferencias. Ni siquiera sabemos si vamos a salir con vida, y si todos morimos, ni siquiera esta discusión tendrá sentido.

—Yo sé por qué está dolido —dijo esta vez Christopher, acercándose de frente—, si no quieres creerme que no fue mi intención, entonces, porque no revelas lo que realmente te duele y ocultas —Las palabras de Christopher, no titubeaban, y, en ese momento, había perdido todo sentido de culpa. Al final, él entendió que no estaba haciendo nada malo—. Diles, Acer, diles que fue lo que vi en tu cabeza y así todos entenderán porqué estás tan enojado por este asunto.

Todas las miradas se dirigieron a este. Tragó grueso, y con un dedo acusador, añadió:

—No te cruces en mi camino una vez salgamos de esta —amenazó.

—Bien, si esas tenemos —dijo Christopher—, no hay problema, no tendré que cruzarme en tu camino, te estaré esperando cuando quieras. Porque lo que vi, y lo que le hiciste a esa mujer que amo con mi vida, te las voy a cobrar. Así que cuídate tú mismo.

Podían seguir discutiendo, pero voces se escucharon fuera del almacén:

"¿estás seguro de que es aquí?", preguntó uno.

"Sí, las cámaras les vieron"

Al decir eso, todos abrieron los ojos del miedo. Por la estúpida pelea habían olvidado el asunto de las cámaras. Mongol visualizó cuatro cámaras en cada esquina, y en un segundo desintegró estas. De inmediato, cuando la puerta se abrió, estos estaban invisibles.

"No veo nada", dijo un guardia, encendiendo la luz del depósito.

"Recuerda que uno de ellos puede hacerse invisible", respondió el otro.

Tenían armas alzadas, con una postura impecable, preparados para disparar. Apuntaron de un lado a otro, y, el que parecía más inteligente de los dos, comenzó a disparar de la nada. De inmediato, vieron una barrera invisible que bloqueó todas las balas.

"Jodida, mierda", soltó con sorpresa el que había disparado cuando vio aquello, "Avisa a..."

Se calló, justo cuando ambos guardias recibieron un golpe que les hizo soltar las armas, y al otro segundo, con un golpe en la nuca, cayeron estos inconscientes. La puerta se cerró, y se reveló que habían sido Gligar y Marry los que los habían derribados.

—¿Cómo supiste que iba a disparar? —Preguntó Gligar a Christopher, sorprendido.

—Lo leí su mente un segundo antes —respondió.

Código Genético: El Inicio [Libro 1]Where stories live. Discover now