Sinopsis

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Thomas Blackwell no necesita una niñera.

Él es un héroe en el terreno de juego. Tiene éxito, fama, dinero, e infinitas mujeres. Lo único que no tiene es una buena reputación. Después de ser constantemente acosado por los medios de comunicación, por su mala reputación, el nuevo dueño del equipo decide que es hora de que la imagen de Thomas de chico malo, sea reformada.

Pero a Thomas le gusta su imagen; le gusta saber que es él, quien toma lo que quiere, independientemente de lo que los demás piensen. Él forma su propio camino, sin importar si alguien lo sigue o no. Nadie le dice que hacer, así que no. Sin duda no necesita a un asesor de imagen que le diga cómo comportarse. Lo que Thomas no espera es que, el hombre con el que va a trabajar, su nuevo asesor de imagen, es en realidad el único hombre al que nunca ha podido olvidar.

Ethan Hamilton es un brillante asesor de imagen. Está acostumbrado a trabajar con personas ricas y famosas. Aunque hacerlo con el hombre que tomó su virginidad y le rompió el corazón hace cinco años no sería fácil. Él sabe que Thomas es un total imbécil. Pero cuanto más tiempo pasa con él, Ethan se da cuenta que toda la actitud de Thomas no es más que solo una simple mascara. No es un total idiota, y los medios solo han retorcido los hechos para empañar al hombre.

Ahora Ethan no solo está preocupado por la reputación de Thomas, sino por enamorarse nuevamente del hombre que le rompió antes el corazón.

ADVERTENCIA: Realmente esto no es una advertencia, pero creo que he sido bastante clara con la sinopsis, que este libro trata de dos hombres que se enamoran, y no necesitamos una etiqueta de "advertencia" sobre esto porque no hay nada malo en ello. Las etiquetas de advertencia en la historias H/H o M/M solo difunden la idea de que dos personas del mismo sexo no deberían amarse, lo cual es mentira.

Si no estás de acuerdo con que dos personas del mismo sexo se amen, está bien y si estás a favor, también está bien. Debemos aprender a respetar que todos tenemos diferentes ideales y creencias y no podemos cambiar los pensamientos de los demás aunque así lo deseemos. Para pedir respeto, primero hay que ganarlo.

Gracias por leer.

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