Kitty Love (Tomarry) [KLS #1)

Capítulo 4

Kitty Love

Por phoenixmaiden13

Traducción por Alyssa S.

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[Nota de autor: Este capítulo está narrado por Tom.]

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Capítulo 4

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Tom se quedó observando al pequeño gato que dormía en sus brazos. No sabía qué era lo que esa pequeña criatura había sacado de él, un lado que había olvidado por completo. Y, para su sorpresa, no le importaba.

Todo lo que supo era que cuando escuchó un chapoteo y un frenético maullido venir de su baño y vio al pequeño e indefenso gatito, no pensó, solo actuó. Lo siguiente que supo era que un gatito de mullido y mojado pelaje negro con los ojos verdes más bellos se aferraba a su mano. El pobre estaba tan asustado, así que solo decidió cuidar de él.

«Necesitaba compañía de todas formas» pensó Tom mientras acariciaba las orejas peludas en la cabeza del gatito que había bautizado como Harry. «Es mucha mejor compañía que los estúpidos mortífagos que tengo. No podrían manejar una conversación decente, aunque lo intenten.»

A pesar que era un gato, Tom tenía la extraña sensación de que Harry podía entenderlo. Sin contar que el gatito tenía un aura de magia sobre él. Aunque ambos hechos eran sorprendentes, en realidad Tom pensaba que Harry era extraordinariamente inteligente o algún tipo de criatura mágica.

Pero, aunque ese fuera el caso, una cosa segura era que causaba un montón de problemas. Tom casi había perdido los estribos en varias ocasiones, y en un solo día. Harry le había arañado la cara por la mañana, despertándolo de un jalón con aquella acción. No era la mejor forma de empezar el día. Cuanto había querido matar a ese estúpido gato por esa acción, pero no había podido resistir al encanto de aquel peludo gatito, por lo que tuvo que dejarlo vivir.

«Me estoy ablandando» Tom pensó para sí, más nunca lo admitirá en voz alta.

No había pensado que cuidar a un gato sería tan difícil. Oh, pero qué equivocado estaba. ¡Harry se metió en todo! Papeles y libros destrozados, jarrones rotos por donde mire; ¡incluso se había metido en la ropa de Tom! Literalmente destruyó todo lo que tocó. ¡Y por Merlín! También se metió con sus pociones. Con lo mucho que le tomó hacerlas, ahora tenia que preparar más dado que Harry había derramado la mayoría de ellas.

Oh, y lo peor vino después. Darle a Harry un baño había sido una pesadilla. «Creo que ahora tengo más arañazos en mí de lo que he tenido en toda mi vida» pensó el señor oscuro mientras miraba a la carga en sus brazos. «Sí que da una gran batalla siendo tan pequeño».

Tom suspiró y coloca al gatito durmiente en su cama. No sabía por qué, pero el gatito le recordaba a Harry Potter con lo mucho que se metía y arruinaba todo. Pero más le recordaba por aquellos ojos verdes. Nunca lo admitirá en voz alta, pero Potter tenía unos bellos ojos, iguales a los del gato. Eran muy parecidos. Tom negó con la cabeza. «Debo estar volviéndome loco sí estoy creyendo que son el mismo. Yo puedo tolerar la presencia de Harry.»

Por el rabillo del ojo vio como Harry se movía hasta quedar sobre su costado. Tom sonrió. Tenía que admitir que el gatito era lindo. «Y es más problemático de lo que parece» pensó con cariño mientras veía a Harry ronronear en medio de su sueño.

Tom aún tenía que averiguar cómo Harry había terminado en su tina de baño, o en su casa de hecho. Nadia había sido capaz de pasar a través de las barreras hasta ahora, por lo que le confundía cómo Harry pudo hacerlo. «Voy a tener que reforzarlas. No puedo permitir que la Orden me encuentre.» Odiaba la manera en la que la maldita Orden del Fénix seguía arruinando sus planes, en especial a Potter. ¿Por qué no se muere como se supone debía hacer?

Tom suspiró. No quería pensar en Potter en ese momento. En la manera en que sus ojos ardían cuando se enojaba y lo expresivo que era su rostro. Sacudió su cabeza y miró al gatito, bajó una de sus manos y tocó una de las orejas, que se sacudió por el movimiento.

—Esperemos que no te vuelvas a enfermar —murmuró—, no tengo idea de cómo cuidar un gatito, o de cualquier cosa, mejor dicho —No quería que Harry muriera porque él fue un cuidador incompetente. Que Harry no se inmute y se encoja al verlo era un plus.

Harry lo había asustado cuando cayó y empezó a temblar con fuerza. Por suerte, él sabía que era lo que lo había provocado esta ocasión. «Voy a tener que leer sobre cómo cuidar de un gato» Tom pensó mientras se acostaba con un gemido, «pero lo haré mañana». ¡Merlín, estaba tan cansado! Y sólo había sido el primer día. ¿Quién sabe lo que sucedería a partir de ahora? Tendría que dormir lo más que pudiera.