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Narrador omnisciente:

—¿Puedes dejar de achuchar a Max un segundo y prestarme atención? —pregunta la malagueña con notable frustración.

—Vosotras ya habéis tenido una semana para disfrutar de esta cosita, yo no —contesta Rebeka sin quitar su atención del pequeño.

—¡Kroos!

—Está bien, está bien.

Rendida, la alemana le devuelve el niño a Maya, quien se dispuso inmediatamente a dormirlo. A la madrileña le faltaban horas de sueño, pero eso no había impedido que dejase a sus amigas hacer una tarde de chicas en casa de esta.

—Bien, tú dirás.

—Ye tenemos fecha para la boda como habrás podido comprobar por las invitaciones.

—Exactamente. Y aún no entiendo muy bien porque te quieres casar este invierno. ¿A qué vienen las prisas?

—¿Y para qué esperar más? Lo único que me importa es darle el sí quiero al hombre de mi vida, y rodeada de mis amigos y familia. Me da igual que sea en invierno o en verano, solo quiero que sea ya.

Rebeca no puede evitar sonreir ante la respuesta obtenida. Por un lado la comprendía, puesto que su relación con Lucas estaba siendo igual de intensa que la de su amiga; pero por otro lado... Era alemana, sí, pero también humana. La idea de pensar en el frío del invierno no la acababa de convencer.

—Para mi desgracia —habla Irene—, no he logrado convencerla de que la posponga. Y muy a mi pesar tendré que asistir con un bombo de cinco meses.

—Hablando de ese bombo —interviene Sofía—. ¿Se sabe ya si es niño o niña?

—Aún nada. Pero espero que sea niña, si no Morata me odiará —bromea.

—Sea lo que sea, ¡yo seré la madrina!

—¿Qué? De eso nada, alemana —niega Ale.

—Te pones a la cola —agrega Maya.

—Aquí la única que queda fuera es Alejandra, ya que será la madrina de Max.

—Ventajas de ser la hermana del padre —sonríe con inocencia la mallorquina.

—¡Irene! —suplica Rebeca—. Piensa en Alemania. Alemania gratis.

—¡No me agobiéis! Tengo que pensarlo.

La disputa se prolongó unos quince minutos más sin llegar a ningún fin claro. Tras eso decidieron retomar el tema principal por el que se habían reunido: la boda de Dani y Ale.

—Y bien, querida, ¿la despedida de soltera dónde y cuándo?

Ante esa pregunta, Irene saca una pequeña libreta en la que había comenzado a planear la boda de su amiga.

—Se casa el diecinueve de diciembre, por lo que he pensado que la despedida podría ser en la semana anterior. Once, doce y trece. El lunes estaremos de vuelta para preparar los últimos detalles de la boda.

—A mi me parece bien —acepta Rebeca, cosa que las demás secundan—. ¿Y el plan es...?

—Como es invierno, he pensado que podríamos ir de finde rural. Montaña, nieve, desconexión... Y fiesta relajadita para las que no podremos beber.

Aquel plan les pareció ideal a todas las allí presentes, por lo que Irene sonrió satisfecha. En dos meses era despedida de soltera de la malagueña, la cuenta atrás acababa de empezar.

—¿Podemos abordar ahora otro tema? —pregunta Alejandra.

—Tú dirás.

—Toni me ha dicho, que le ha dicho Rebeca, que Lucas le ha sugerido que se casen y tengan un bebé.

La susodicha no puede evitar sonrojarse. Su hermano le había prometido no decirle nada a nadie mientras no fuera algo oficial, pero por lo visto el alemán no había podido mantener la boca cerrada con su novia.

—¿Qué dices? ¿Enserio? —pregunta Maya asombrada.

—¡Ay madre! Dime que le has dicho que sí —habla emocionada Ale.

—¡Quiero organizar la boda! —suplica Irene.

—¡Callaos! No me agobiéis. No hemos vuelto a hablar del tema, supongo que Lucas querrá hacerlo bien.

—¿Bien en plan cena romántica y pedir tu mano bajo la luz de las estrellas?

—Eso no lo sé. Solo sé que me lo pida como me lo pida, mi respuesta será un rotundo —explica—. Después del accidente me he dado cuenta de que la vida es el ahora, porque uno nunca sabe que pasará mañana. Y mi ahora es Lucas.

—Creo que estoy llorando —murmura Irene limpiándose un par de lágrimas rebeldes que habían descendido por sus mejillas.

—Sea lo que sea, y pase lo que pase... ¡Me pido ser la madrina de vuestro futuro hijo o hija! —exclama la malagueña tomando el primer puesto de la cola.

Iɴsᴛᴀɢʀᴀᴍ ||Lᴜᴄᴀs Váᴢǫᴜᴇᴢ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora