Libre

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Ella todavía no comprende porqué me enojo. Claro, es así como lo ve. Tengo miedo, eso es todo, como si fuera poco.

Ya se ha derramado mucha más sangre que lágrimas, pienso. ¿Para qué mas? 

Sus ojos me miran y siento culpa, me quema. No encuentro más que frustración, aunque siempre me abraza su esperanza.

Es una pequeña pregunta que tengo, que me hace que me hago. ¿Para qué morir encadenado, si podemos vivir luchando?

La dejo, pero por miedo, porque si la retengo desaparece. No es mi costilla izquierda, es el seno que me alimenta.

Soy tan pequeño en sus brazos, y ella tan infinitamente hermosa.

Mío y tuyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora