Diario de un Guitarrista Frustrado

Día 2

Diciembre 2, 2:30 PM

Había sido citado por mi amigo Mañe en un café muy poco concurrido en la ciudad para vernos y hablar algunas cosas de cómo nos había ido. Hace ya algunos años que no lo veía así que acepté. Llegué al sitio y pedí una copa de vino, desde que amaneció no me sentía muy bien que digamos así que pensé en que tomar una copa o dos no me harían daño, a pesar de que apenas eran las 2:15 de la tarde.

Mañe llegó a tiempo, tenía la costumbre de llegar siempre a tiempo a los sitios donde iba, algo extraño entre los músicos. El sitio no estaba muy lleno que digamos, sólo habían cerca de 10 personas más.

- ¡No puedo más! Soy realmente malo para esto. Ya voy a cumplir 23 años y aún no me gradúo. Toco guitarra desde los 3 años y aún no domino cosas de principiante. -Me miró- Te lo digo, Mañe, no puedo con esto. ¡Apesto demasiado!

-¿En serio crees eso, idiota? -Dijo mirándome.

-Sí. De verdad apesto. -Bajé la mirada.

-Veamos qué tanta razón tienes... -Dijo retándome mientras sacaba su guitarra del estuche-

Mañe me extendió la mano que contenía aquella pieza de madera que una vez fue mía.

-Toca algo para mí.

Lo miré queriendo matarle, tomé la guitarra y empecé a tocar, a ritmo de jazz, cualquier cosa que se me pasó por la cabeza. Comencé a sentir que torturaba a las personas alrededor mío.

-No. Te lo digo, apesto en es...

-¡Dije, toca! -Me interrumpió.

Comencé a tocar nuevamente lo mismo. Mañe mientras tanto sacó una armónica que tenía en su bolso y empezó a acompañarme. Me emocioné un poco y comencé a cantar:

"All of me, why not take all of me?
Can't you see I'm no good without you?
Take my lips, I'll never use them
Take my arms, I want to lose them..."

Improvisamos y poco a poco la gente fue animándose a escucharnos, incluso las parejas que estaban en el lugar hicieron todo el ambiente más íntimo y acogedor, después de alrededor de 5 minutos de tocar decidimos dar por terminada la canción con una seña muy común entre los músicos. Un cabezazo y terminamos el tema.

Para mi sorpresa, de inmediato todos en el lugar comenzaron a aplaudir e incluso algunos se levantaron de su asiento. Noté que ya no eran 10 personas en el sitio sino que estaba hasta reventar, estuve tan exhorto en la música que no noté cómo se llenaba poco a poco mientras tocábamos.

- ¿Lo ves, pedazo de idiota? -Dijo Mañe- Tienes ese extraño poder de atraer a las masas con tu música y aún así te consideras malo en lo que haces. Todo es culpa de tu estúpida fijación por ser un músico clásico en este país de mierda que no aprecia el arte de verdad.