Día 4

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Dedicado especialmente a mi querida amiga (casi hermana) Oti.

Gracias por ayudarme con este cap.


Diciembre 4 - 9:30 AM

¿Qué se supone que hago en una cama de hotel? Esperen, ¡esta no es mi ropa! ¿Por qué llevo una bata de hospital? ¿Por qué estoy canalizado? ¿Dónde estoy? -Pensaba en todo eso mientras el peor escenario se me venía a la mente.

Empecé por buscar heridas en mi torso, mi madre siempre me dijo que tuviese cuidado con la gente que roba riñones y eso. Nunca me han operado de nada así que una cicatriz se notaría muchísimo. Rebuscaba pero al final no encontré nada, al parecer sólo fue una falsa alarma, pero entonces, ¿qué hago aquí y dónde estoy?

-Parece que despertaste. -Dijo de pronto una voz muy gruesa.

Al escuchar la voz me escamé muchísimo. Me senté de golpe en la cama y pude sentir cómo mis fuerzas se iban poco a poco.

-Enfermera, necesito que lo acomodes. -Decía aquella voz- Sino puede que se golpee la cabeza.

Una chica rubia y delgada se acercó a mí mientras me desvanecía nuevamente.

Al despertar pude notar la figura de una chica mientras mi mirada se aclaraba poco a poco. Quise articular palabras pero mi garganta estaba seca.

-É pela medicação, você deve comer. -Reconocí la voz dulce de Anne.

Había un carrito con algo de comida al lado de la cama y extrañamente escuchar la voz de Anne hablándome mientras me reponía poco a poco me tranquilizó. Ahora sabía que no me había pasado nada extraño, tan solo otro de esos episodios en los que quedo sin fuerzas, es por eso que mi madre se preocupa tanto por mí. No sé cuál es mi condición porque odio a los médicos, bueno, no a los médicos, más bien odio las agujas y que cada que vaya al médico deba esperar meses para ver al que de verdad me va a dar un diagnóstico. Cada que voy al médico me toca pasar por el general, internista, general nuevamente, psicólogo y luego al fin el especialista; y lo peor de todo es que si fallo en una cita me toca volver a ver al médico general y empezar el proceso nuevamente, ¡es un verdadero fastidio!

Pero bueno, ¿qué era lo que estaba contando? Ahh sí, la voz de Anne y la comida.

Anne me ayudó a sentarme en la cama mientras, sin decir nada ni dar explicaciones, de una manera tan natural, levantó los cubiertos y con el cuchillo partió algo de carne, rellenó con algo de arroz el resto del tenedor y con una mano debajo la llevó a mi boca.

-A boca.

Abrí la boca y comí. La carne estaba exquisita, jugosa, muy tierna. El arroz además de ese ligero sabor a ajo que me encanta tenía trozos de maní del tamaño perfecto para sentir el sabor pero aún así complementarse con la suavidad del arroz. No podía creer lo que estaba probando. Poco a poco fui recuperando mis fuerzas mientras que comía de la mano de Anne. Cuando noté que tenía fuerzas suficientes para seguir comiendo solo, le hice una seña a Anne para que me dejase tomar el tenedor y el cuchillo. Me coloqué la bandeja con el plato de la comida y el jugo en posición para poder comerlo y seguí comiendo.

-Gracias. -Dije comiendo un bocado de arroz- Supongo que fue una molestia tener que ocuparte de mí, esto suele pasarme a veces. Supongo que ha de ser porque no llevo una buena alimentación o porque simplemente odio ir al médico.

-Você deve tomar cuidado -dijo con ojos de desaprobación mientras se levantaba y salía del cuarto, mientras cerraba la puerta- Pode ficar todo o tempo que quiser. Não se preocupe sobre o quarto, é por sua gentileza. Se precisar de alguma coisa, o telefone tá lá. -Dijo señalando a la mesita del lado de la cama y cerrando al fin la puerta.

Diario de un Guitarrista FrustradoWhere stories live. Discover now