Epílogo

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Se reunieron por fin los cinco después de un rato de no verse. A fin de cuentas, todos estaban algo ocupados, pero habían reservado la fecha desde el mes pasado. En cuanto todos llegaron, tras un largo rato hablando y saludándose unos a otros, Todomatsu empezó a extender la manta de cuadros sobre el césped.

Empezaron a sacar la comida de las cestas. Cada quien había llevado algo diferente de comer, pero quien en verdad se lució en el día fue Karamatsu.

—Eso se ve delicioso, Karamatsu-niisan —dijo Jyushimatsu, alzando los brazos, alegre como siempre. Era bueno ver su sonrisa una vez más.

—Thank you, brother, he preparado estas onigiris con mi corazón, y puse mi alma en estos takoyakis sólo para ustedes —exclamó el segundo hermano, enorgulleciéndose de su propio esfuerzo. Para complacencia del mismo, al decir eso nadie se burló ni le dijo que sus palabras eran dolorosas.

Entre pláticas y risas, los cinco hermanos comían, hasta que, tras haber acabado, Osomatsu alzó su vaso a modo de brindis.

—¡Feliz cumpleaños, muchachos! Hoy cumplimos un año más juntos —exclamó con entusiasmo, a lo que los demás sonrieron junto con él—. Feliz cumpleaños, Karamatsu. Feliz cumpleaños, Choromatsu. Feliz cumpleaños, Jyushimatsu. Feliz cumpleaños, Todomatsu. Y... —en ese momento todos voltearon a ver el sexto lugar en su día de campo, viendo con una sonrisa nostálgica la lápida que se erguía silenciosa— Feliz cumpleaños, Ichimatsu.

Un breve silencio los abrumó por un instante, en lo que Karamatsu se acercaba a la lápida, y tras hacerle una reverencia y una breve oración, empezó a cantar. Esa canción que había compuesto para sus hermanos, y que solía cantar junto con Jyushimatsu en el techo. Los demás, poco a poco empezaban a corear la canción con él. "Nacimos sextillizos, no uno seis veces, sino seis de una vez".

Aunque no podrían evitar llorar, sólo permitieron que un par de lágrimas corrieran por sus mejillas. Siempre que estaban por llorar, para evitarlo, se repetían la misma frase. "A Ichimatsu no le gustaría". Se siguieron repitiendo dichas palabras cada vez que se sentían débiles, fracasados, o simplemente solos. Era Ichimatsu ahora la fuerza que los mantenía a todos juntos. Y fue por él, porque su sacrificio no fuera en vano, que ellos no se podían permitir caer.

Tal vez eso fue difícil de entender para Osomatsu al principio, sobre todo cuando los demás empezaron a hablar sobre irse de casa. Y es que el primogénito de los Matsuno no quería separarse de sus hermanos. Sin embargo, tras varias noches de pesadillas sin explicación, pudo comprender algo, recordando las palabras de Kara-chan. Por lo mismo, apenas amaneciera salió con unos cuantos yenes, vestido de traje y varios currículos a medio hacer para buscar un empleo.

Obviamente no le iba a resultar si salía con tantas limitaciones, pero fue cosa de que aplicara su carisma y facilidad de palabra, y pocos días tuvieron que pasar para obtener su primer empleo.

Esto animó al resto para buscar por su cuenta trabajos, y afortunadamente en poco tiempo, alentados por su hermano mayor, cada uno fue encontrando no sólo un empleo estable, seguro y apto para ellos, sino que algunos hasta un lugar propio empezaron a conseguir. Por ejemplo, Jyushimatsu había sido contratado como repartidor de una agencia de mensajería, y Dekapan le rentó la habitación que estaba encima del laboratorio para que pudiera vivir.

Todomatsu, por su parte, tras hablar con su jefe del Sutaba, logró que lo contrataran de tiempo completo. Y no sólo eso, sino que Atsushi se encontraba en busca de un compañero de vivienda, a lo que no dudó en preguntarle a Totty antes que a nadie, quien gustoso aceptó la oferta.

Eso dejaba a Osomatsu y Choromatsu todavía viviendo con sus padres. Pero eso ya no era ninguna molestia para los señores. Osomatsu se desempeñaba como vendedor en una agencia automotriz, cosa que se le daba muy bien, pues al tercer mes logró obtener varios bonos de comisión y ya era candidato para un ascenso. Y Choromatsu entró a la misma agencia, aunque no en el mismo departamento, sino que tenía un puesto en atención a clientes, donde simplemente se encargaba de los asuntos más fáciles, entre ellos ayudar al trámite de la compra venta.

[BL] Reflejo Desconocido [COMPLETA]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant