Capítulo 17. "Mensopotermia".

18.4K 320 18
                                    


Estuve aproximadamente diez segundos sin poder reaccionar. Los diez más largos de mi vida. Pero definitivamente, lo peor de esos diez segundos, es que no he visto a Harry en la superficie aún.

Me despojé de mis abrigos, zapatos, bufandas, guantes, o cualquier ropa extra, quedándome únicamente con la camiseta y pantalones, tardando a penas unos segundos, y me lancé al agua.

Estaba helada. Demasiado helada. Exageradamente, casi podía sentir mi sangre congelándose en mis venas. Pero lo vi, con dificultad, lo vi en el fondo del lago. Estaba inconsciente.

No podía moverme.

Nunca he tolerado demasiado el agua fría, y ahora me encontraba temblando, sin poder moverme.

No tuve más opción, así que subí a la superficie en busca de oxígen.

Jadeando, tomé una gran bocanada de aire, y me adentré de nuevo al lago helado.

<< Harry puede estar muriendo. ¡Muévete, perra! >> gritaba mi Caitlin interior, mejor conocida como mi conciencia.

Saqué fuerzas a partir de "Harry" y "muriendo". Forcé mis brazos y piernas, y poco a poco llegué a donde Harry. Enrosqué mi mano en su muñeca, y tiré de él, nadando hacia arriba. Harry estaba inconsciente, y en este momento, con agua helada congelándome, era como si tratara de mover un tronco de árbol gigante conmigo hacia la superficie.

Ya me quedaba sin aire, así que me apresuré todo lo posible en ascender. Hasta que lo logré.

Mi boca se abrió de inmediato, tomando aire con un exagerado sonido. Floté hasta la orilla -cubierta de nieve muy fría, cabe mencionar- y tiré de Harry hacia arriba, pero era imposible.

¡Despierta, idiota!

Tomé aire nuevamente, y baje. Al llegar a la altura de sus tobillos, lo empujé hacia arriba. ¡¿Por qué no podía haberme hecho caso?! Todo seria más sencillo, estaríamos de regreso a la casa ahora. Y para rematar, faltaba bastante para que los chicos llegaran.

Ya con Harry fuera del lago, intenté de salir yo. Intenté, porque temblaba como un chihuahua. Mis articulaciones estaban demasiado endebles.

Nuevamente pensando en que Harry podría morir en cualquier momento, me impulsé a salir, y lo logré.

No sentía mis dedos, ni mis labios. Si yo estaba así, Harry, el estúpido Harry que no le gusta hacer caso, debe de estar como un cubo de hielo. Tomé mi abrigo y me cubrí.

Ahora debía de salvar al imbécil. No sabía mucho de estas cosas, pero algo sabía luego de ver tantas películas. Además, en todas las escuelas dan clases de primeros auxilios.

Le quité el abrigo empapado a Harry, y los guantes, los zapatos, y calcetines. Todos estaban empapados de agua helada, y eso solo empeoraba todo. Tenía los labios morados, y el rostro pálido. Coloqué la palma de mi mano en sus labios, y los sentí totalmente helados. Luego de unos segundos, cuando los empecé a sentir tibios, fue cuando alejé mi mano.

Así que lo abracé. No, no lo abrazaba por cariño -al menos no primordialmente-, Harry necesitaba calor corporal, o si no, moriría. La sangre helada en sus extremidades circularía, llegaría al corazón, y podría morir.

Mi trabajo era abrazarlo, para que su sangre esté más tibia. Tal y como mis manos en sus labios, debía lograr que se entibiara.

Luego de unos minutos, caí en cuenta de que no solo estaba en peligro de muerte por el frío. Harry no nadaba ni se movía, porque estaba inconsciente. No podía respirar, lógicamente, bajo el agua.

Subió de NivelWhere stories live. Discover now