Cuida de mi

capitulo 26

Narra Alexander:

- Planearan un ataque sorpresa, tienen el terreno ideal para hacerlo. No conocemos su territorio aún y dentro de un par de horas atacaremos...- movió la pierna con nerviosismo - ¿Aún no llegó? - preguntó preocupado William, esperábamos impacientes en el despacho a un traidor de la manada de Víctor, nos sera de vital importancia la información, segun nos dijo, traería todas las estrategias por escrito. Aunque el bastardo mienta, tenemos a una bruja experimentada que podria fácilmente captar alguna señal de mentira, si nos llegara a engañar podríamos degollarlo facilmente, pero sé que no acometeria un error tan absurdo, después de todo nos necesita para rescatar a su amante.

Por la puerta apareció el jefe de los Elfos con escoltas que seguían muy de cerca a un hombre de unos 40 años con papeles en las manos. Lo inspeccione con detalle para descubrir algo sospechoso de él, pero lo unico que demostraba era determinación. me acerque a ver lo que traia en las manos

- estos son las estrategias que usaran en su contra- paso varios papeles y un par de mapas con pasadizos subterráneos.- Aqui está el mapa del castillo, marca tambien pasadisos secretos y los calabozos.

- bien... has hecho un buen trabajo.- hablé con desconfianza, un par de brujas se acercaron al traidor y lo analizaron, todas se apartaron y lo dejaron pasar para que pudiera irse.

- No hay signos de que mintiera - habló una bruja rompiendo el silencio que se habia formado en la habitación

- en sus memorias pude ver como el Alpha de su manada tomaba a su mujer para volverla su amante, al parecer hace poco ordenaron ejecutar a su hijo por desobediencia - susurró una de las ancianas del aquelarre de brujas. Suspire y sonrei con gracia, ¿que tan mal puede estar gobernando ese idiota como para que su beta, mano derecha, fuese a traicionarlo... ?

- bien... ahora que tenemos estos mapas crearemos los siguientes movimientos, con su permiso Alpha- inclinó la cabeza el jefe de los Elfos para retirarse junto a las brujas. Todos se habian retirado a excepción de William, lo miré con intriga

- ¿Tus heridas de plata ya han sanado?- preguntó sentandose en uno de los sofás. serví Ron en dos vasos y le tendi uno para luego quedar frente a frente

- si, el envenenamiento de plata no será un problema para mi - trague el liquido sintiendo como mi garganta quemar.

-¿Cuantas probabilidades hay de que salgamos victoriosos?- preguntó dudoso

- No dudes de la capacidad de los soldados, somos mas numeroso, mas fuertes y tenemos la ventaja de saber todos sus movimientos - dejé el vaso en su lugar y sali de allí esperando que mi Beta me acompañara, paso junto a mi y ambos fuimos a supervisar los entrenamientos.

Toqué mi pecho sintiendo a mi lobo removerse inquieto. Me disculpe con los presentes para salir corriendo hacia el bosque, corri lo mas rapido que pude hasta llegar a una laguna. Respire ondo y deje que el instinto animal me controle, dejando salir toda la frustración y el estres, me transforme en un gran lobo negro. Deje que Matt, mi lobo interior, tomara el control, se que queria correr y estirar las patas ya que hace bastantes meses que no sale. Salió corriendo hasta llegar a un descampado, divise a lo lejos una presa gigante. Un venado. Matthew con el control de mi cuerpo, se acercó lo mas sigiloso posible tratando de que el viento no le jugara una mala pasada, cuando estuvo posicionado, salto sobre su lomo alcanzando su cuello, la presa luchó unos minutos para soltarse del agarre de dientes hasta que dio el ultimo suspiro de muerte, lo arrastró unos metros confundiendome por su comportamiento, lo llevo hacia un arbol hueco y gigante, lo oculto alli esparciendo hojas con las patas y cola. Lo mismo hizo con los conejos y ardillas.

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~¿No crees que ya es suficiente comida para ti? ~ pregunte al ver que tenía como 10 presas en ese árbol seco.