𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟐𝟏

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Me miro en el espejo analizando el collar que Shawn me mandó. Me queda bien debo admitirlo, es lindo.

Me alejo y me tiro sobre la cama mirando hacia el techo.
Han pasado dos días desde la cena y no hemos sacado nada, o al menos los gemelos no nos han dicho nada de nada, Shawn y James tampoco.

¿Y si pasa lo que todos tememos que pase? ¿Y si papá se casa con la madre de los Malik?

Suspiro.

Me levanto, tomo mi cartera y salgo de mi habitación.

Caminando me dirijo en busca de una floristería, iré a ver a mi madre y le contaré todo lo que ha sucedido durante estos años, hablarle como si ella aún estuviera conmigo, porque es lo que más me hace falta.

Compro sus flores favoritas. Ver el ramo en mis manos me hace sentir culpable por no haber venido en todos estos años a ver su lápida, me pregunto si mi padre en alguno de sus viajes le trajo algo o si vino a verla.

Recuerdo el día de su entierro, no lloré pero me sentí fatal, ver cómo se llevaban su caja en un helicóptero, llevándola aún más lejos de mí. Era una niña, con el tiempo olvidé que físicamente mi madre estaba descansando en otro lugar, mientras que su escencia de quedaba conmigo.

Tomo un taxi y le doy indicaciones.

No tengo recuerdos de ella, no muy claros, no puedo decir que era bonita, que era dulce, que nos quería a todos porque no recuerdo absolutamente nada de ella, era una pequeña cuando todo sucedió tan de repente. Mi papá dice que soy exactamente igual a ella, que cada vez que me mira la recuerda. William dice que era la mujer más dulce del mundo, que nos amaba con todo su ser, él tenía siete años cuando todo pasó, así que el si la conoció o al menos tiene una imagen de ella.

El taxi se detiene frente al cementerio adornado por enredaderas, le pago y bajo, veo un Audi estacionado afuera, y es el único auto que hay. Paso por debajo del arco negro y me paseo entre las lápidas en busca de la de mi madre.

Aidan me dijo que siempre quería cuidarme a mí de cualquier cosa, que exageraba cuando algo mínimo me sucedía, porque era la única niña entre todos y que por eso era especial para ella.
Evan dice que era divertida, él solo tuvo la oportunidad de un año para conocerla, pero dice que en ese año se sintió bien tener a alguien que lo arropara y le dijera buenas noches dejando un beso en su frente.
Los gemelos dicen que ella los castigaba cada vez que la hacían volverse loca cuando los llamaba, la confundían y eso les agradaba, en cambio a ella no, pero a ellos les gustaba molestarla.

Pareciera que desde entonces la vida tiene algo contra mí, no recuerdo nada de ella ni el día del accidente, solamente mis hermanos saben cómo era ella y qué fué lo que pasó. Incluso eso me hace sentir culpable, quizá fui yo la culpable o quizá hubiera podido hacer algo para que ella estuviera más tiempo.

No lo sabré.

Me arrodillo en el poco césped y dejo las flores sobre la lápida llena de polvo y flores secas.

-Hola, mamá-sonrío.-se qué nunca vengo a verte, hasta hoy que ya vivimos en la ciudad. Mi padre está haciendo crecer su empresa junto con la tuya, como te hubiera gustado dice él. He venido aquí para hablar, porque no tengo con quien hacerlo, los chicos en casa son un caos..-sonrío débil, comienzo a sentirme mal.-he venido sola,y creo que ha sido mala idea, ¿Sabías que Paul y yo no podemos estar separados? Nos ponemos mal, y ahora comienzo a sentirlo. Pero no importa, trataré de contarte todo. Nos mudamos aquí por ambas empresas, y conocimos a grandes personas, excepto por una familia que es parecida a la nuestra, aunque no lo creas hay dobles de nosotros pero versión rubia-rio.-comenzamos una guerra de adolescentes, ya sabes. Una de las personas agradables que conocimos es Christian y su hermana, pero vengo hablar más de chicos, Christian con el tiempo se volvió uno más de la familia, un hermano hasta hoy, pero te lo contaré más adelante. Después, gracias a la guerra, conocí a Derek, el chico hakcer de el instituto que debo admitir es muy guapo y al principio creí que era atracción física solamente, pero también se volvió especial para mí de una manera distinta...-cierro los ojos con fuerza por el dolor de cabeza repentino, murmuró maldiciones y sigo.-lo siento, estoy lejos de Paul...-otro dolor punzante.

Todo comienza a dar vueltas, la cabeza duele cada vez más, trato de levantarme pero no puedo, no tengo la fuerza suficiente en estos momentos.

-Maldición...-murmuro.

-¿Alissa?-volteo a ver al dueño de la voz pero no alcanzo a distinguir bien su rostro. Todo es tan borroso y con mucha luz-¿Estás bien?

Su voz es tan...

-¿Ja-James?

Un dolor más fuerte y suelto un grito.

-Maldición-lo oigo murmurar.

Siento como me levanta del suelo y corre conmigo en brazos.
Lágrimas comienzan a salir de mis ojos inconscientemente, el dolor en mi cabeza es cada vez más fuerte, como si miles y miles de agujas se encajaran al mismo tiempo.

Me deja sobre algo helado.
De un momento a otro nos estamos moviendo, me tomo la cabeza como si así pudiese quitar el dolor horrible que tengo.

-Mierda mierda mierda-lo oigo decir.-lo siento dejé tu cartera y celular, prometo devolverlos. Llegaremos rápido al hospital más cercano

Más y más lágrimas, más y más dolor. Mis párpados se hacen pesados y los cierro.

ᚐᘉ≬ᘉᚐ

Abro los ojos poco a poco, ya que mi cabeza aún duele, poco, pero aún duele.

-¡Estás bien!-se levanta y se acerca a la camilla.-llamé a Shawn para que tus hermanos vengan enseguida

Frunzo levemente el ceño.

-Entonces si eras tú...-murmuro mientras me toco la cabeza.

-Me asuste, casi tenemos un accidente, pero aquí estámos-sonríe.

Por primera vez lo veo sonreír. Y es extraño.

-¿Qué hacías en el cementerio?-digo mientras sobo mi cabeza.

-Fui a ver a mi padre...-dice serio y sin mirarme.-¿Y tú?

-A mi madre-sonrío sin ganas.

-¿Estás enferma de algo?

-No, es algo extraño...No sé cómo explicarlo-me encojo re hombros.

-Te veías muy mal, en serio me asusté-frunzo el ceño de nuevo y en ese momento la puerta es abierta.

Paul, un pálido Paul entra como puede y se acerca para abrazarme.

-Eres una estúpida-sonrío.

-¡Es que acaso estás loca! ¿No tienes cerebro?-entra Evan gritando como loco.

-¡Sabes perfectamente que no puedes salir sin Paul!

El mencionado se sienta junto a mí en la camilla y James ya no está en el lugar donde lo ví, simplemente se esfumó.

-¿Y por qué James te encontró?-grita Aidan esta vez.

-Fui al cementerio y él estaba ahí

Todos se miran confusos.

Cierro los ojos y me recargo sobre el hombro de mi mellizo.

Algún día lograré estar lejos.

Mis Hermanos y Yo [MISHYY #1] Where stories live. Discover now