CAPÍTULO 14

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FLASHBACK

Maggie seguía retorciéndose de dolor en el suelo, pero en un esfuerzo, había logrado mandar un mensaje de socorro con su comunicador. Alex lo recibió y pudo ubicar a las tres dentro del apartamento de Lena, más concretamente, en el dormitorio principal.

La joven Luthor obedecía las indicaciones de Kara para no contrariarla, temía por su vida y la de Maggie. La kryptoniana se había dejado caer sobre ella en la cama, y la miraba con lujuria. Lena no se atrevía ni a hablar. De pronto, Kara le cogió una mano y la guió hasta su pecho.

—¿Qué se siente al tocar a una mujer tan poderosa como yo? —preguntó con una sonrisa maliciosa. Pero la mano de Lena temblaba, al igual que sus labios— Puedes hacerlo sin miedo, a diferencia de ti, yo no me voy a romper —afirmó con desprecio.

Lena era incapaz de acariciar a su novia en semejante situación. Deseaba con todas sus fuerzas despertar de aquella pesadilla, pero no estaba dormida, el dolor en su muñeca se lo recordaba a cada instante.

—Pensaba que te gustaba tocarme... —Kara le retiró la mano y sujetó sus muñecas contra el colchón— Está bien, entonces te tocaré yo...

La acelerada respiración de Lena hacía que, en aquella postura, sus pechos se moviesen de manera llamativa. Kara los observaba sonriendo con satisfacción. Colocó un dedo en el cuello de la blusa de su novia y tiró hacia abajo sin ningún esfuerzo, haciendo saltar los botones uno a uno, dejando su ropa interior expuesta. Maggie intentó arrastrarse hacia la cama, ignorando su estado, pensando sólo en hacer algo por Lena, pero el dolor de sus heridas la paralizaba.

«Alex, ¿dónde estás? —se lamentaba la detective.»

Kara soltó sus muñecas, quería tocar su cuerpo con ambas manos, y Lena aprovechó las nuevas circunstancias. Mientras Kara besaba su estómago y apretaba sus costillas sin demasiado cuidado y con los ojos cerrados, Lena tenía una oportunidad de alcanzar el cajón donde estaban los brazaletes. Tan sólo con abrirlo, el plomo dejaría de rodearlos por completo y la kryptonita empezaría a afectarle por su cercanía. Sin embargo, las caricias de Kara eran tan agresivas que Lena no pudo disimular un gemido de dolor, haciendo que la kryptoniana levantase la cabeza.

—¿Qué pretendes, Lena?

—Yo no... no pretendo nada... —balbuceó.

—¡Te dije que no quería utilizar los malditos brazaletes! —rugió Kara molesta— ¿Cómo tengo que decírtelo?

Kara tiró de Lena, obligándola a separar las piernas, haciendo chocar sus caderas. La joven Luthor emitió un gimoteo que Kara prefirió interpretar como otra cosa.

—No tardarás en gemir y pedirme más —aseguró con la mirada encendida—, esto sobra —dijo mientras rasgaba la falda de su. novia, dejándola en ropa interior y con la blusa abierta—. Mucho mejor así.

—Kara, por favor, no... —suplicó Lena.

—Quiero tener sexo con mi novia, ¿cuál es el problema? —dijo frunciendo el ceño.

—Pero yo no quiero hacerlo así ni ahora —afirmó con valor.

—¿Y a mí qué me importa eso?

—Si me quieres, debe importarte lo que siento y lo que quiero —Lena trató, una vez más, de razonar con ella.

—Lo cierto es que tus palabras me están dando dolor de cabeza —pronunció con cansancio—. Quiero poseerte aquí y ahora, y eso es lo único que me importa.

Tierra - 40 [Supercorp]Onde histórias criam vida. Descubra agora