Capitulo 4.- La Conversacion

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Después de pasar parte de la tarde en casa de mi tía, mama decidió que era hora de volver a casa y eso no pudo alegrarme mas pues ya necesitaba estar en mi habitad y no con esos "Piojitos" que solo estaban tratando de pegarme un chicle en el cabello.

Pueden creer que unos niños de tan solo cuatro y cinco años sean todos unos demonios?. Hasta me daban ganas de tomarlos a ambos, pegarles cinta canela en la boca y encerrarlos en el armario para que así pararan de una buena vez.

Al entrar a mi habitación, rápidamente tome mi laptop para hablarle a Brandon, abri mi cuenta, lo busque en mis amigos y abrí la ventana del chat.

Grecia Martin: Hola! :)

Tardo aproximadamente 3 minutos en ver mi mensaje.- Lose dirán que hasta cuento los minutos, pero que va yo quería hablar con el.

Brandon Coleman: Hola chica mantequilla! ;)

Grecia Martin: Chica mantequilla? Como estas?

Brandon Coleman: Si jaja te diré así porque tu me dijiste que muy a menudo te resbalabas lo que ocasionaba que te cayeras o torcieras los pies jajja

Grecia Martin: Jajaja oye! no te burles, jaja creo que es justo que yo te ponga un apodo también, no crees?

Brandon Coleman: Como cual?

Grecia Martin: Te diré chico chocolate! ;).

Ese seria un buen apodo, chocolate porque bueno por una parte porque esta moreno y por otra porque el chocolate es algo que me encanta, y seria como querer lamerlo.- Eso no sonó nada bien.

Brandon Coleman: Porque chocolate? jajaja oye me tengo que ir, hablamos luego?.

Grecia Martin: Jajaja luego lo sabrás, adiós.

Aunque hablamos poco eso causo miles de revueltos en mi estomago, pero nunca les ha pasado que apenas y ven a una persona ya se enamoran de ella?.

Y a eso le temía, que solo me ilusionase con alguien que apenas y conocía de tres o cuatro días, nunca me había enamorado a causa de "Amor a primera vista", todos hablaban de eso y realmente nunca creí que fuese cierto yo creía que solo era un capricho pero mírenme aquí recostada sonriéndole a la pantalla como una tonta.

Si bien no me había enamorado muchas veces a lo largo de mi vida si a lo mucho unas tres veces, y aunque no lo crean siempre fui una de esas personas que no les gustaba estar con alguien solo por un rato yo me hacia a la idea de que si quería estar con alguien, con esa persona me quedaría por el resto de mi vida.

Tampoco era de estar con un chico que ni siquiera era mi amigo y que nos besáramos, y si se que dirán "Que mojigata eres" o "Eres una monja" pero bueno ese es mi punto de vista y es como yo eh decidido llevar mi vida amorosa.

Porque obviamente eh conocido a chicas que están con un chico y al siguiente con otro y otro y otro, pero tampoco no soy quien para juzgar, cada quien lleva su vida como quiere.

Y así con la cabeza llena de pensamientos me fui a la cama, dispuesta a dormir.

Al despertar lo primero que escuche fueron pasos corriendo a un lado y a otro, eso solo podía significar que se llevaban a cabo "Los juegos del hambre" y literal del hambre porque los tres simios.-Mis hermanos.- peleaban por llegar primero al comedor y disgustar el almuerzo.

Rápidamente me di una ducha, me vestí y baje las escaleras hasta llegar a el comedor.

-Buenos días familia.- Salude a todos.

-Buenof diaf bebaf.- Me saludo Thomas con la boca llena de comida y solo pude hacer una mueca de disgusto, y si me llaman "Beba" gracias a mi madre ya que como soy la única mujer así me llaman de cariño.

Que me llamen así no trae cosas buenas, en el ultimo año de secundaria mama fue por mi a el colegio pues no me sentía bien, mando a Javier y a Thomas por mi a mi salón y al llegar dijeron:

-Me permite a Beba.- Se dirigieron a el profesor y el pobre se quedo con cara de confusión.

-Quien es Beba?.- Les pregunto, ellos apuntaron hacia mi y toda la clase estallo en risas y carcajadas, en todo lo que resto del año para salir, recibí un sin fin de burlas y gracias a esos pequeños demonios.

Me senté a desayunar y preste poca importancia a lo que platicaban mis hermanos con papa, que la mayoría del tiempo se la pasaban hablando de futbol.

Mire mi teléfono y vi la hora, tenia que irme ya a Irons High. Tome mi mochila, me mire por ultima vez en el espejo y me dirigí a la puerta.

-Nos vemos mas tarde.-Me despedí y salí, espere el autobús en la parada hasta que llego y así se dirigió a Irons High.

Entre a la preparatoria y rápidamente fui a mi casillero encontrando en este una nota "Te veo en el gimnasio a la hora de salida" De: J.

Eso era raro, y me causo cierto temor, y si me querían secuestrar y por eso me citaron a la hora de salida? así nadie me escucharía gritar, pedirían una cantidad de dinero a mi familia.- Eso no puede ser, porque no estaría sola, estarían los conserjes y ellos podrían salvarme dándoles escobazos a mi secuestrador.

Rápidamente descarte toda posibilidad de que eso pasara, tome mis libros y me dirigí a una de las bancas que estaban en el interior de la preparatoria, estaba checando mi celular a ver si mis "puntuales" amigas venían ya en camino. Cuando de reojo vi que alguien se sentaba a mi lado.

-Hola chica mantequilla.- Y eso basto para que mi corazón se acelerara y me pusiera al instante nerviosa.

-Hola chico chocolate.- Sonreí al igual que el, su sonrisa era hermosa, aun con ese alambre entre sus dientes o como lo llamamos aquí "Un Paladar" que se usa cuando te quitan los frenillos.

-Aun no me dirás porque el apodo?.- Cuestiono riendo.

-No, aun no.- Sonreí a otro lado.- Oye, que se siente usar frenillos?.- Pregunte viendo su sonrisa.

-Fue un martirio, se siente raro al principio pero después te acostumbras.- Me explico señalando su dentadura.- Que suerte para ti que no necesitaste esto apara tener tu sonrisa linda.

En ese momento sentí como me ponía roja por su comentario, estaba a punto de contestarle cuando el timbre sonó.

-Oh tengo clase de arte, nos vemos luego chica mantequilla.- dijo alejándose de mi a lo que yo solo respondí con una despedida de mano.

Fui hacia mi aula y tome asiento, pude observar que ahí se encontraban "Las tres chifladas" tan embobada estaba con Brandon para no notar que ya habían llegado?

-Hola Greece.- Saludaron las tres en un tono pícaro, y si a veces me dicen Greece porque en ingles es Grecia.- Estabas muy bien acompañada ahí afuera.

-Yo... nosotros.. solo platicábamos, ya saben una platica de compañeros.- Y esa soy yo, una terrible mentirosa, o al menos con ellas no se mentir porque en casa mis hermanos se tragan todas mi mentiras.

-Te gusta.-Afirmo Dana, siempre tan directa, lo que hizo que me pusiera nerviosa.- Lo pude ver mientras hablabas con el, y en estos momentos parece que has visto a un fantasma estas tan pálida.

-Yooo no el no me..-Y en ese memento no sabia ni que decir.- Si okey me esta gustando, pero ustedes saben que tengo miedo a quererlo tanto que al final se que terminare con el corazón roto.

-Si sigues pensando así, obviamente pasaran cosas negativas.- Explicaron las tres.

Las clases pasaron rápido, y yo seguía debatiéndome si debía ir al gimnasio y si debería tan siquiera intentar acercarme mas a Brandon, porque de algo estaba segura y era de que debía de dejar de ser tan cobarde, los corazones rotos son parte de crecer y el dolor de uno es temporal y no para siempre.

Al terminarse las clases me dirigí al gimnasio.-Ya saben la curiosidad mato al gato, solo espero que no sea literal.- Camine por los casi solos pasillos cruce las puertas de este, para encontrarme una cancha vacía al igual que las gradas, camine hasta media cancha y mire a mi alrededor.

-Hola?.- Siendo sincera tenia un mal presentimiento, y ese presentimiento se convirtió en mi peor pesadilla, ahí parado del otro lado de la cancha se encontraba nada mas y nada menos que Marco Johnson, con esa cara de malicia.

Estrella FugazМесто, где живут истории. Откройте их для себя