CAPÍTULO 6: OLOR A VERGUENZA

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Recogí mi cabello en una toalla, frotándolo para lograr secarlo mientras caminaba por mi habitación, al ver mi espejo de cuerpo completo, me detuve frente a este, y sin previo aviso el recuerdo de aquella oscura habitación invadió mi mente.

Observé con detenimiento cada parte de mi cuerpo cubierto por la toalla y podía ver las manos de Thennor sobre mí, podía sentir su olor a sudor mesclado con perfume y alcohol, podía escuchar sus palabras haciendo eco en mi mente "¿Crees que te van a escuchar con todo este ruido?" "Vamos, será divertido, lo disfrutaremos." "Vas a ser mía de cualquier modo" Podía oírme gritar en tono desgarrador y revivir las sensaciones desagradables de aquella noche.

Me sentía tan asquerosa, no importaba cuantas veces me duchara, no importaba qué tanto me perfumara, seguía permaneciendo en mí esa desagradable sensación de inmundicia, de culpabilidad y de vergüenza. Me sentía como un ser despreciable y asqueroso, me dejé usar, me dejé manosear, permití que me quitasen mi virtud, y que me tratasen como un objeto desechable.

Tomé una gran bocanada de aire, me vestí rápidamente y fui en busca de mi loción para empaparme de este, tal y como lo había hecho todos los días durante este último mes desde lo ocurrido.

- Cassie – llamó mi papá desde la puerta, inmediatamente mi corazón se aceleró y lancé la loción en un impulso inconsciente. – Hija, ¿Te encuentras bien? – me preguntó acercándose a mí y yo me levanté de la cama, muy nerviosa.

- Si, pa, ¿Por qué lo dices? – le contesté intentando ocultar mi sobresalto.

- Llevas un mes sin salir de la casa y el 90% del tiempo te la pasas encerrada en tu habitación, y eso que estás de vacaciones, tú no eres así, tu mamá y yo estamos preocupados. – Susurró acercándose a mí.

- Perdón, papá, no he estado en mi faceta sociable últimamente, siento que el mundo me agobia, y quiero... Quiero estar sola. – Le confesé, aunque ocultando gran parte de la verdad.

- Ven – dijo, tomando mi mano y sentándose junto a mí. – Puedo entenderlo, hija, pero te conozco y sé que debe haber una razón detrás de todo esto. – Expresó mirándome fijamente. - ¿Se trata de ese muchacho? – me preguntó y mi corazón se aceleró nuevamente. – Ahí está, ¿Cierto que sí? – indagó.

- No, no, no – le respondí temblorosa.

- Lo acabo de ver en tus ojos – objetó. – Terminaron, ¿No es así? – preguntó y yo asentí. - ¿Por qué terminaron? – interrogó y mis ojos se cristalizaron.

- Papi, por favor, no quiero hablar de ello... - le respondí mientras unas lágrimas traicioneras se escapaban de mis ojos.

- ¿Qué te hizo? – preguntó preocupado y casi molesto, lo cual me asustó muchísimo y me hizo llorar más, pero negué con mi cabeza.

- Sólo me di cuenta de que tenían razón, él... no me convenía, no es la persona que yo merezco y sí, me alejé muchísimo de Dios al estar con él, tal y como ustedes lo predijeron. Y me siento tan culpable, papá, no puedo ni siquiera orar, me siento indigna delante de Él. – Confesé entre sollozos y mi mamá entró a la habitación preocupada. – No sé cómo volver, no sé qué hacer para que me perdone por lo mucho que me equivoqué. Y si, también me duele saber que Thennor no era quien yo creí, nunca le importé, nunca me quiso de verdad. Perdónenme, ustedes tenían razón, por favor, perdónenme. – Expresé entre lágrimas y ambos me abrazaron, permitiéndome llorar todo lo que había acumulado en mi corazón y entonces, a pesar del secreto que ocultaban los latidos desesperados de mi corazón, sentí una paz unundarme el alma, de la misma manera en la que me sentí con... Wayne. 

GRACIA ©Where stories live. Discover now