Seven

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"Enemy"

Tres semanas ¿Huh? ¿Ustedes piensan que en ese corto tiempo algo como lo que Justin me hizo se me olvidará? Pues claramente no, pero eso piensa él. Y por más que los recuerdos estén frescos en mi memoria, debo actuar como que nada ha sucedido en esta casa ¿Cierto? Como siempre lo hago.

Justin ha actuado como siempre: como "aquí no pasa nada", comprándome flores cada vez que vuelve del trabajo, llegando a casa temprano, de verdad pasando tiempo con Zoe, cocinándome la cena, acariciándome por las noches, besándome, abrazándome por detrás; actitud típica de él cuando no sabe cómo pedir perdón o reconocer sus errores.

Navidad estaba a la vuelta de la esquina y no me veía en ánimos de celebrarlo, al menos no con su familia. No soportaba verle la cara a Jeremy sabiendo que los genes promiscuos de Justin eran debidos a él. Sí, como leen, gracias a Jeremy.

No me malinterpreten, amaba pasar tiempo con la familia de Justin porque vamos, son geniales y amorosos y todo eso, pero en estos momentos, no puedo pensar en una peor situación que pasar una cena con la familia Bieber completa. Quizás falte algo así como un mes para navidad, pero aún así, no quiero.

Jeremy fue un adolescente bohemio, promiscuo e infiel por las historias que he podido escuchar de Pattie, siendo así, como todas esas cualidades parecen haber sido reflejadas en Justin. No me sorprendería, de hecho, que fuera algo hereditario. Justin siempre me habla de sus vacaciones en Canadá en casa de su padre cuando era pequeño, por lo que no me extrañaría que ciertas mujeres pasaran por la casa cuando él tenía unos siete o seis años, dándole como ejemplo, una maravillosa vida llena de placer y lujuria. Fantástico.

―¿Entonces que piensas hacer para el cumpleaños de Zoe?―me preguntó Sabine, mientras buscaba ropa en la sección de bebés.

―Bueno, ya sabes, temática de Bella y la Bestia, invitar a sus amiguitos y estoy segura que mi familia vendrá también―murmuré, observando los pequeños vestidos, recordando cuando Zoe apenas era una bebé. 

―¿Ya les has dicho a Justin? 

―No para de hablar de ello con Zoe―sonreí un poco―Ambos han estado dibujando adornos durante toda la semana, asegurándose de que salga tal y como ellos quieren.

 ―Oh, veo que se parecen mucho en lo perfeccionistas―ella rió

  ―No tienes idea―murmuré

Me quedaban cinco días para comenzar a comprar todo lo que necesito para el cumpleaños de Zoe y ya estoy estresada. Estoy mentalmente exhausta y de tan solo pensar que tendré que calentarme el cerebro toda la semana buscando adornos de la Bella y la Bestia me da ansiedad y muchas ganas de llorar. 

―Sí necesitas ayuda, estaría feliz de ayudar―ella me sonrió y tocó con su mano mi hombro―No tienes porque estresarte tan rápido. 

―Gracias, S. De verdad me vendría bien una mano―sonreí

Ella me sonrió cálidamente y enroscó su brazo con el mío mientras ambas continuábamos recorriendo el sector de bebés, buscando ropa para el no-nacido Mason; Estaba segura que ese pequeño tenía ropa suficiente hasta que cumpliera treinta, porque sus padres se habían encargado de comprarle ropa para cada año de vida. No miento.

Aún quedaba bastante tiempo para que mi amiga y yo recogiéramos a Zoe de la escuela para luego pasar el día en su hogar, como ella lo ofreció. Resulta que descubrí que la soledad era mi mejor y peor aliada: me hacía revivir momentos que trato de suprimir lo más humanamente posible, pero es imposible cuando es lo único que tengo que hacer cuando me encuentro por mi cuenta, por lo que evito pasar el día ahí... O quizás evito encontrarme con Justin lo más que puedo.

Lie to Me ➳ j.b #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora